Decía Thoreau, un tipo que no se doblegaba fácilmente, que la mayoría de muchos es menor que la de uno si éste tiene la razón. Y esto parece que ocurra hoy, después de meses de condena anticipada por parte de veinticuatro concejales que no fueron capaces de estar unidos más que en la “presunción de culpabilidad” que aplicaron desde el primer día al señor alcalde de Ourense. Lo siento por mi amigo Miguel, pero cuando le pedí explicación al respecto en aquellas fechas de la denuncia por “la que había montado…”, me aseguró que lo había hecho porque estaba convencido que el presunto delito de Jácome lo llevaría a la cárcel en unos días. Recuerdo mi respuesta, simple: “si realmente es así aguanta, y postúlate tú como alcalde; pero si no entra en el talego en unos días, lo único que te queda es dimitir y marcharte para casa”. Han pasado meses y yo no sé lo que hará Miguel (los demás no me importan tanto, pues la amistad y el afecto se lo tengo a Miguel), pero yo de él me iría; y mira que lo siento. A continuación, lo que tiene que hacer el PP es pedir perdón por su mano al cuello al aliado, empezando por Alberto Núñez, que no quiso recibir a nuestro alcalde con motivo de su ronda de encuentros con todos los alcaldes de Galicia. Hoy ha salido ganador por puntos, claramente, Gonzalo, pero veremos si hay segundo combate, porque en tal caso la victoria presumiblemente creo que será por KO.

Pero leamos la noticia que nos cuenta María José Álvarez en el Faro de Vigo, y que pone en un brete al Partido Popular, y en la calle, previsiblemente, a los concejales que crearon la crisis municipal:

La titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Ourense, Eva Armesto, ha decretado el sobreseimiento provisional de la denuncia por prevaricación contra el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que habían presentado sus concejales díscolos y uno de los asesores del regidor, en las que que este exasesor le acusaba de exigir donaciones forzosas de hasta el 50% de su salario, para Democracia Ourensana, el partido que fundó y preside el alcalde.

Según la magistrada “no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa”. Además todos los asesores y concejales a los que se tomó declaración salvo el denunciante negaron haber hecho donaciones, o que estas fuesen forzosas.

La magistrada, a cuyo juzgado se desvió también para unificar causas contra el alcalde, la denuncia presentada por los ediles díscolos de DO ante Fiscalía, por supuestos desvíos irregulares de las donaciones de DO en Concello y Diputación de Ourense a una cuenta privada de Jácome, afirma que esa fiscalización y control deben de ser realizadas por el Tribunal de Cuentas. El alcalde ha señalado que este fallo demuestra que todo fue fruto “de una trama” y afirma que ni siquiera había sido llamado a declarar.

El caso que ahora se archiva de forma provisional, es sin embargo el epicentro de la peor crisis que ha vivido el Concello de Ourense, pues tras las denuncias, Jácome expulsó de su grupo a los 4 ediles díscolos, el PP rompió el pacto de gobierno con DO, y el Gobierno local de Ourense está formado ahora mismo como consecuencia de la ruptura, por solo por 3 ediles, de los 27 que tienen la corporación.