Es una tristeza; sí, una putada, otros le llaman pena y otros que digan lo que quieran, pero para mí es una faena tener abierto el café y elcercano entero y al mismo tiempo tener que decir lo que lees: no vengas. Y es que no hay quien pueda con la gente irresponsable y nada empática que nos mete nuevamente en casi confinamiento; sí, esos que se pasan por las fosas nasales que les entren PCR porque creen en su inmunidad de imbéciles, los que sueltan sus protecciones cual si fueran condones para sentir mejor el beso que quieren, como si los demás, los abuelos, no sintieran en su ocaso el pálido tiempo que nos ha tocado. Sufrimos ya de tercer ola incipiente por culpa de un sábado libre de prudencia más que de productos para comprar. Elcercano está abierto solo para los suscriptores y los que estos traigan porque, al menos, así podemos ser más vigilantes y cautos en las medidas mínimas que los contagios que no paran aconsejan. No, si puedes, quédate en casa y no vengas, y no porque no te quiera, sino al contrario porque te quiero demasiado.
Si hay virus, no vengas
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir