No se puede andar tranquilo por las calles. No, no porque te vaya a asaltar nadie sino porque a la vuelta de una esquina puedes ver como yo lo hice esta mañana en Manuel Pereira a un grupo de jóvenes que se divertían cogiéndose entre ellos en lo que parecía un estado propio del que está de juerga. Conté más de siete chicos y chicas que estarían aprovechando el recreo para desfogar en dos minutos los protocolos sufridos dentro del colegio alguna hora que otra. La inconsciencia de algunos mata, porque hay que ver como siguen cayendo vivos hasta caer muertos. No es normal que suceda esto pero sucede más que lo normal, siendo peligroso. Una pena, o indignación, y nadie vigilando o controlando la situación.
INSENSATOS
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir