Vi esta foto por ahí…; si no se anota dónde al momento después es imposible recordar si fue en un wassap, facebook, instagram o cualquier periódico digital. Pero es lo de menos. Lo de más es sentir cierta emoción por el lugar que miro, y admiro en la misma. Me confunden por injustos todos aquellos que, cuando se estigmatiza por algún interés político a un lugar, cual el caso de Madrid en estos tiempos por contagios masivos, rechazan el contacto con los madrileños, excepto que vivan de ellos, por ejemplo todo el sector turístico, que no es poco. No solo lo rechazan sino que lo repudian, ¡que no vengan los madrileños!, sin darse cuenta que todos o casi todos tenemos alguien querido o muy querido que se fue a Madrid en busca de la oportunidad que aquí, o allí, nunca le dio su ciudad. Me jode que se haga por cierto rencor o envidia, pues claro que viajamos a Madrid en algún momento para disfrutar de sus calles y museos, de esta Gran Vía que fue icono del desarrollo en España, con sus cines y teatros y su vida de esperanza y alegría para el común del Estado. Tengo un nieto en Madrid y me cago en la madre que parió al que le ponga trabas a venir a Ourense, simplemente porque es madrileño. Ser madrileño no es sinónimo de hijo de puta, cabrón o facineroso, sino de conciudadano de todas partes, pues de todas partes se ha nutrido. Así que, bien clarito y mal hablado, que se vayan al carajo los …
Madrid
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