En Las Sombras está ardiendo todo. Es Lovios y el lugar de mi abuelo, madre y tíos, donde nacieron y no crían malvas porque se vinieron para Ourense ciudad hace un montón de años. Pero duele verlo así, como el resto de la provincia de Ourense que hoy es noticia por sus fuegos, y no solo políticos, que también no se quedan lejos de un buen incendio. Pero hoy está la temperatura subida por la naturaleza que no respira. Yo no sé cuántas veces, todos los años alguna sin duda, porque los incendios se repiten sin remedio que los evite, me quejo y me lamento de que no podamos con ellos, contra ellos. Me da rabia escuchar a principio de cada temporada de este riesgo extremo por calor y sequedad de la tierra, que habrá una vigilancia extraordinaria con drones inteligentes que detectan ese calor a la mínima, que habrá también vigilancia humana con el ejército, que patatín y patatán, la misma historia anual que explota en las narices de la realidad como la de hoy. Hoy mientras dormimos habrá vecinos del rural que no peguen ojo vigilando que las llamas no devoren sus casas y pertenencias. Muchos fuegos virulentos están haciendo sus hogueras, nada festivas desde luego. Los medios de extinción hacen lo que pueden pero no pueden con los incendios; son demasiados, en gran parte provocados por cabezas dotadas de enfermedad, sobre todo la del mal intrínseco de su oscura alma. Pero también la falta de limpieza de muchos parajes facilitan la quema de nuestra tierra. Yo me pregunto por qué no sería digno acometer esas labores tan importantes de limpieza de matorrales y vegetación sobrante por parte de gente que está en el paro y otra sin siquiera paro; por qué no dar autoestima a quien la ha perdido al perder su curro, y organizar voluntarios que ayuden a la naturaleza para que esta nos ayude y de alimento. Los políticos ni asoman la cabeza cuando la suerte, en este caso mala, se la pueden cortar, pero deberían a pesar de ello dejarla asomar y ponerla a trabajar. Menos mal que el tiempo cambia y anuncian lluvias, otra vez nos salvará la campana, pero menos fotos molonas de inauguraciones como triunfos y más llenas de humo por partirse el culo ayudando a su pueblo.
Arde Ourense
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir