Lo que nos informan hoy acerca de la esperanza farmacológica no nos gusta un pelo, y no solo porque España haya apostado y comprado esta vacuna sino porque la fatiga por tristeza que nos anega no va a levantar cabeza en más tiempo del que nos anunciaron últimamente. El mazado del ensayo clínico de la Universidad de Oxford y AstraZeneca, ya en fase III con su aplicación en 30.000 voluntarios, que supuso tener que pisar freno por surgir una reacción adversa grave e inexplicable en uno de esos voluntarios, no es la mejor noticia del día , teniendo como tenemos tantas y tantas que nos animan a hacernos eremitas. Ahora toca esperar a saber la naturaleza de la posible reacción para intuir de cuánto retraso hablamos. De momento, al menos, que se cumplan las medidas que nos dicen hoy (dios sabe si mañana nos dirán que no valen para nada) son recomendables para combatir los contagios. Por cierto ¿hay ya remdesevir suficiente en nuestros hospitales? ¿Hay EPIS para los sanitarios? ¿Se fabrican ya mascarillas en España? Se aumentaron plantillas sanitarias? ¿Y en Educación, avanzaron los Protocolos de actuación y son comunes en toda España? Que poca esperanza dan nuestros gobernantes, de todas las Administraciones, casi menos que este caso adverso en la vacuna de Oxford. Sin embargo, esperemos.
Revés a la vacuna de Oxford
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