Lo peor del día de hoy sucedió después del mediodía cuando vi esta escena que me conmovió a pesar de que no es la primera vez. Dos hombres acostados sobre los bancos a la sombra de unos árboles que dormían como si el mundo ya no fuera con ellos. No me parecieron estar durmiendo sobre laureles sino mas bien donde pudieron. Es lo peor del día porque la realidad se impuso a la distorsión que aplicamos para verla sin manantiales defectos.
Al final de la tarde, ya casi de regreso al hogar, dulce de leche porque me protege del exterior más duro y agresivo, me encuentro al ir a apagar el ordenador con un correo que me alegra y da gran satisfacción. No revelo el nombre porque sería vulnerar la identidad e intimidad de la persona que lo escribe, que a lo mejor no le importa pero a lo peor sí, y que dice así: “Moncho, gracias por seguir ahí. Ya sé que soy un mal colaborador pero cada vez que recibo algo de elcercano siento que algo en Orense sigue vivo. Gracias y a ver si algun día soy más participativo.Un abrazo” . Lo que significa para algunos nuestra existencia nos da fuerza e ilusión para seguir vivos también a nosotros.