Ayer fotografíe elcercano desde el fondo de la sala mientras trabajada en la página web. Teletrabajaba porque en la barra nada que hacer. Estaba solo a las ocho y media de la tarde, y, si bien es verdad que elcercano está abierto solo a los cercanos y sus invitados, por lo que nunca tendrá la gente que en su día tuve ni mucho menos, no dejaba de extrañarme esta soledad en el espacio preparado para que los cercanos no sufran tanto por la preocupación natural de seguir contagiándonos. Porque el virus sigue ahí, aunque nos confundan los hábitos recuperados que, en demasiados casos, nos saltamos a la torera porque son incómodos, o caros.
El virus se deja notar
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir