Adolfo Domínguez va dejando sitio a su sucesora oficial en la empresa. Con setenta tacos y un momento excepcionalmente delicado es tiempo para que Adriana coja el testigo también del Consejo de Administración donde, al parecer, seguirá Adolfo, en el papel de consejero dominical, es decir, por tener más del 5% de acciones, que en su caso es mucho más ya que cuenta con el 31,5%.
Adolfo apoyó la elección de la consejera delegada, su hija Adriana Domínguez, como nueva presidenta ejecutiva, lo previsible.
Ahora Adolfo tiene otra meta que le interesa más individualmente, es su libro Juan Griego, que está vendiendo bien, al parecer, sobre todo en México donde se ha introducido a través de una potente red de librerías de todo el país.
Ya veremos lo que puede hacer Adriana para sacar a flote la empresa que, como todo el textil en particular y la economía en general, atraviesa una crisis tan grande que dios sabe como acabará.