Así reza el titular que publica hoy El País sobre lo que ocurrió ayer noche. Uno, acostumbrado por edad que no sapiencia a ver de todo en política, incluso poselectorales pactos locales, lo que ha pasado ayer no deja de provocar una perplejidad absoluta por la insensatez que deviene de pactar algo tan importante, como es la derogación de la reforma laboral, en plena tempestad de paro y erte, sin encomendarse siquiera a la responsable de economía que está tratando de salvar los muebles de España, y en Europa.
Según la noticia, “la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se plantó ayer por la noche y exigió una rectificación inmediata de la derogación íntegra de la reforma laboral que firmaron ayer los grupos parlamentarios del PSOE, Podemos y EH Bildu, según confirman fuentes del Gobierno”. https://elpais.com/espana/2020-05-21/calvino-exigio-rectificar-la-derogacion-integra-de-la-reforma-laboral.html
Podemos imaginarnos la cara a cuadros que le quedó a la ministra después de enterarse lo que había firmado Adriana Lastra en nombre de su partido. Sin duda debió cuadrarse y hacer entrar en razón al insensato negociador de tal acuerdo y la cosa cambió. Pero acojona pensar que un gobierno español, en estos precisos momentos de colas del hambre, pueda darle la espalda a Europa y al mismo BCE que en 2011 exigió por escrito a Zapatero dicha reforma; solo que pudieran pensar que podrían emitir 300.000 millones de euros que necesitamos, la mayor cantidad de emisión de dinero de la historia de España, sin necesitar del mismo BCE para comprar tal deuda, o la ingenuidad de creer que los inversores sigan apostando por una forma de entender la economía que la empobrece a manos vacías, es algo que se escapa de cualquier entendedera no contaminada ideológicamente.
La verdad es que uno siente vértigo al ver como se hace política de trileros, mentiras, engaños y egoísmos de alcance lunar, todo por estar en el machito del poder, y aún a costa de que sea el poder de nada, o sea, la nada mismo. Hay una cita de Escohotado, con quien departió Pablo Iglesias en una entrevista de La Tuerca sobre comercio y política (si no la vieron, imagínensela) que a mí me gusta mucho y coloca en su raíz el problema de España, o de su pobreza: “Un país no es rico porque tenga diamantes o petróleo, un país es rico porque tiene educación; educación significa en que pudiendo robar no robas…; en definitiva, la riqueza es conocimiento, un conocimiento que le permite un respeto ilimitado para los demás” .
La realidad más penosa jamás vivida por los que no vivimos guerra ni posguerra que nos está tocando vivir ahora por mor de la pandemia, que por sí sola nos tiene groguis con sus continuas hostias, no puede ser aumentada hasta el KO total por culpa de la voluntad de unos políticos como nos han tocado en mala suerte.