¡Carajo, cómo pesan los días!. Son muchos esperando que se vaya esta maldición que nos ha caído sobre la cabeza y que de momento no hay dios que nos la levante. De la euforia de sentirnos algo héroes por salir de casa a la compra a abastecernos frente al virus, pasamos al pesimismo de ver cómo la cosa avanza entre datos confusos y contradictorios que cada día te informan los distintos medios de comunicación. Y además de esos datos confusos, el hecho de no confiar en absoluto en los que tienen las riendas de tu pueblo o del país entero, pues al igual que los artistas que le suenan a Darymple artificiales porque se esforzaban en sentir las emociones que no sentían, pero sentían que debían sentir así me suenan los gestos e intervenciones de nuestros políticos cuando salen a actuar por televisión, lo que hace que la moral baje en estas ocasiones al suelo, de donde la tienes que recoger con pinzas, primero tumbándote un buen rato a su lado para observarla y buscar por en donde pinzarla para recogerla y levantarle suavemente sin romperla mientras susurras para ambos, moral y consciencia, que esto no va a durar siempre. Hay días si que resultan tan oscuros que cuando llega la noche y no el sueño ves todo negro, pero es natural y común. Cuando acontezcan estos malos momentos sin una causa personal sino derivada del mal general cuya causa deberíamos haberla detectado antes, hay que pensar como dejó dicho el primer humanista de la historia, Erasmo, en alguno cuya situación o circunstancia está afectada mucho más, pues es remedio para comprender que todo podría ser peor para conformarnos.
En estas estamos y una noticia nos enciende el ánimo, pues parece ser que una vacuna contra el coronavirus desarrollada por científicos de la Universidad de Oxford ha demostrado ser parcialmente exitosa en un estudio realizado en seis monos, señalaron medios locales. Algunos de los monos que recibieron una inyección única de la vacuna desarrollaron anticuerpos contra la COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, dentro de los 14 días de haber sido vacunados. Según los informes, al parecer la vacuna protegió a los primates de problemas pulmonares luego de que estos fueron expuestos a dosis más altas del virus. Los resultados del estudio aún no han sido rigurosamente revisados por otros científicos, pero los signos son prometedores, aunque debe advertirse que muchas vacunas que funcionan en monos en los laboratorios terminan sin proteger a los humanos. “Es uno de los obstáculos que debe superar la vacuna de Oxford”, señaló Stephen Evans, farmacoepidemiólogo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, quien fue citado por medio locales. Los nuevos datos fueron “definitivamente” buenas noticias, dijo, y agregó que eran tranquilizadores de que no había evidencia de enfermedad inmuno-mejorada, es decir cuando la vacuna solo termina por empeorar el virus en lugar de proteger a la persona contra este”.
Pues menos mal que esta cursiva nos da luz al camino que se había hecho noche sin bombillas.