¡Qué bien!, que haya sido distinguido Manolo Buciños con el premio Trasalba que concede la Fundación Otero Pedrayo. Porque lo merece como artista, sin duda, pero es que además es persona afable, de buen carácter y generosa, que también es hora de que cuenten las cualidades buenas humanas. El premio relacionado con el Patriarca de las letras gallegas, me recuerda el emplazamiento que había sido votado en la Corporación municipal que tuvo tan feliz idea de erigir este monumento a D. Ramón, amén de encargarlo a Buciños. Pues sí, se aprobó que fuera colocado en los jardinillos de la Subdelegación de Gobierno, justamente donde está ahora el Alpinche, Reverter y Toñito Colemán. Ahí debía estar D. Ramón, en un lugar donde lo pudiese ver todos aquellos que aún desconocen quien fue el Patriarca das Letras Galegas. Por supuesto, sin pedestal, confundiéndose entre la gente, como le gustaba a él. El propio artista se había pronunciado sobre esta misma preferencia, y, si no, que se lo pregunten hoy. La siguiente Corporación lo pasó a la Plaza del Corregidor, y lo elevó con pedestal, pero casi nadie lo ve porque al fin no es el lugar donde pasee la gente de Ourense. D. Ramón fue Presidente del Ateneo, curiosamente sito en la Torre la mayor parte de su historia, al lado de este emplazamiento, y D. Ramón, además del Hotel Roma, donde tomaba café asiduamente fue en el Café Miño, en pleno Paseo. O sea que el centro no le hubiese parecido nada mal. Bueno, pues nada más, enhorabuena a Buciños y a la Fundación Otero Pedrayo por la elección.
- Sección: Noticias
- Publicado el 17 mayo 2020
- Por Moncho
Buciños es Premio Trasalba 2020; la historia de su escultura de Otero en Ourense
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