Pues sí que andamos bien. No basta el virus biológico sino también ataca el virus informático. El primero es letal para las personas, el segundo es letal para apreciar el género humano. Muy dolorido, como tantos otros, por el curso del contagio mundial, y con las defensas bajas de moral, viene otro ataque informático a la página que la tuvo bloqueada bastante tiempo. Me dice el informático que desde otra página han querido entrar y desviar la información, o algo parecido, el caso es que te frustran, te castran, no sé con que finalidad a no ser la de hacer simplemente el mal. Ya está arreglado el tema, pero mientras estuve a la espera, pensé y me dije que si me ocurría lo de otra vez, que me hurtaron información y encriptaron pidiendo bitcoin para devolvérmela, pues ya se pueden ir yendo a tomar por viento, pues aquí no lo hicimos entonces y no lo haremos ahora, dejarnos chantajear. El mundo, ya vemos, está lleno de muchos virus malos, pero casi el peor de ellos es el virus del alma que busca el mal para vivir. ¡Que les den!
Menos mal que después de un día contrariado por este ataque (precisamente en el mejor momento de visitas que jamás haya tenido esta página, pues batimos el récord un día subiendo de las 500 entradas diferentes), me relajé con la nueva serie de Netflix, The Eddy, magnífica, que gira en torno al jazz, donde la música aquí no es mero acompañamiento ni solo la banda sonora sino algo más que mueve a los personajes protagonistas. Tres capítulos seguidos, pero por gusto podría seguir tragándome alguno mas, pero tampoco se trata de dejarse la vida en ello, pues también hay que leer el nuevo libro de la editorial De Conatus, creo que es el primero que publican de no ficción, “Notas desde un país extranjero”, que he comprado hoy mismo.
Espero que la vean ustedes bien, la página web de elcercano, pues esto significará que nos han inmunizado sin destruirnos.