Esta imagen será difícil que se repita durante un tiempo, que ojalá sea corto pero siempre difícil. Y mientras no pase habrá que irse preparando para otro tiempo distinto.
Elcercano sufre de confinamiento, como todos claro está. Así que está el pobre bastante triste y se siente abandonado. Hoy fui por allí, porque las leches caducan, las neveras estaban encendidas, hay que sacar los libros últimos de las cajas, el jardín que llamamos de Epicuro está rebelde sin causa, o, mejor dicho, por causa de que no estamos tiene las hierbas crecidas y los laurel cerezos bravos, el polvo de la entrada la desluce, pero …, es lo que toca y elcercano está educado para resistir, no en vano son doce años abriendo surco casi a pelo y a mano. Bueno, pues la cosa es que como tenemos tiempo para pensar, pensamos, y pensamos en qué hacer cuando volvamos y ¿cuándo volveremos?. De momento, hoy nos hemos dedicado a preparar el espacio para cuando volvamos, que seamos menos para así ser más las distancia a la que la responsabilidad sanitaria nos obligará. En este sentido, nos veremos obligados a reservar la entrada a cercanos únicamente, porque son ellos los que nos ayudan a sostenerlo con la cuota de suscripción de 9€ mensuales y que nos dan independencia y libertad para actuar como nos viene en gana, sin pedir permisos ni licencias a los mandamases del dinero público que lo reparten muchas veces como quieren. Por supuesto, no le cerramos a nadie la posibilidad de ser cercano, faltaría más, pero exigimos ese compromiso de 9, porque el que algo quiere algo le cuesta, y aquí no se trata de hacer ningún negocio, que es ruinoso, pero sí de mantener un espacio dedicado a la cultura y no a costa de todos, que es lo que suele ser cuando hablamos de lo público. Hemos preparado elcercano a los nuevos tiempos que se atisban quitando mesas para poder separarlas más entre ellas, metro y medio de distancia como mínimo, y por responsabilidad sanitaria; es lo más básico, junto al jabón de manos y demás medidas que se nos ocurran para preservar la salud, lo primero, como reducir el aforo legal que hoy disfrutamos, a un tercio, incluso un cuarto del mismo. Así comienza una nueva etapa donde pensamos seguir promoviendo la cultura en general, haciendo libros, concursos de poesía, conciertos de música en directo para un reducido público que valorará el ser auténticos privilegiados por ello, declamaciones, radio en directo y lo que se ponga por delante para poder seguir siendo y estando. Imaginación al poder, más que nunca, donde tenemos que reinventarnos todos un poco, o todo.