Hoy le di puerta al coronavirus. Hice cuarentena de telediarios y redes sociales, porque la cabeza ya revienta. Menos información sobre todo de la televisión, insoportable rellenando tiempo con anécdotas repetidas aunque cambien los protagonistas; los datos, número de muertos, de contagiados nuevos y altas no lleva ni un minuto, y después… venga imágenes de esas anécdotas de piruetas en los balcones o amores de telenovela que ya aburren hasta a las ovejas, a pesar de estar acostumbradas a ser rebaño. Aún por la mañana estuve pendiente del general, porque esperaba su explicación, pero nada, ahí no hubo nada y apagué ya la conexión por hoy. Me hacía falta, y no digamos el desconectar de las redes, de sus bulos (que existir existen en todas direcciónes) y peleas entre distintos amigos (pronto habrá limpieza de los que insultan y rezuman odio, y además porque en realidad no son amigos), las peleas son tan enconadas e insultantes que lastima leerlas. Resulta curioso observar la ceguera que se ve en facebook, los que más predican sobre la falta de respeto al opinante que piensa distinto, contraatacan de la misma manera, con igual falta de respeto y parecido insulto. Hay tal obcecación por llevar la razón que no se escucha al otro, y todavía menos se da ningún crédito a la verdad que sea. O sea,un coñazo de carallo. Por eso, desconectarse un día resultó muy saludable, rebajo mi estrés, y me hizo disfrutar con la lectura mucho mas que días pasados. Ando con varios libros, como es habitual en mi método lector, y uno de ellos es la edición de El Quijote realizada por Trapiello, verdadera delicia que me resulta más ligera que al menos como lo recuerdo de antaño en otra edición de castellano antiguo. Y vuelto a leer, que bien vienen estas palabras recogidas en la introducción de Luis Antrana Marín de aquella antigua edición para que aprendieran los políticos, si quisieran o si saben leer; Cervantes nos enseña que para la concordia, paz y progreso del mundo, han de ser los hombres “castos en los pensamientos, honestos en las palabras, liberales en las obras, valientes en los hechos, sufridos en los trabajos, caritativos con los menesterosos, y, finalmente, mantenedores de la verdad aunque les cueste la vida el defenderla”. Hoy elegí Hawai 5.0, y como un niño disfruto al ver ganar siempre a los buenos, a los quijotes policías dándole caña a la canallesca varia.
- Sección: Noticias
- Publicado el 20 abril 2020
- Por Moncho
Más Quijote y menos política, por un día.
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