Un inciso poético para decir que me aburren los días internacionales de … y de … y de…, y de para no sé qué. Creo que la poesía no necesita días sino poetas y lectores que los lean. Ayer mismo, un escritor y periodista amigo comentaba: PARA LLORAR. En El Cultural de hoy opinan sobre nuestra poesía dos voces: Álvaro Valverde y Abelardo Linares. Es tremendo lo que dice el segundo (además es editor y librero: Renacimiento): “Hoy mismo es complicado el que un buen libro de un poeta con cierta obra y reconocimiento llegue a los 200, incluso a los 100 ejemplares. 56, exactamente, han sido las ventas, en los dos últimos años, tras descontar devoluciones, de un libro de un poeta relativamente conocido que además recibió una docena de críticas muy favorables”. Descorazonador. Y en elcercano llevamos cuatro ediciones de Premio Poesía y podemos certificar que recibimos casi más manuscritos que libros del ganador que después vendemos; y eso que a las presentaciones tratamos de movilizar gente amiga, amiga del autor, amiga del amigo, amiga de los amigos del amigo de la amiga, etc. Que no, que el poeta y su verso no necesita ningún día sino que se lea. Pero como tampoco vamos a pelearnos por unos versos de aquí y de allá, os pongo los que me envía desde Orihuela Blanca Andreu del murciano Sebastián Mondejar: “Yo busco mi soledad/ porque es lo único en el/ mundo/ que me dice la verdad”. Y cuánta razón tiene, ¿o no?
Y en dramáticos tiempos donde la angustia e impotencia se apodera de los corazones (hay excepciones de personas que parece los tengan ya de titanio que ni sienten ni padecen), resulta terapéutico descansar del agobio que esta partida de ajedrez con el coronavirus nos provoca, y buscar relax en la ficción de algún libro, escuchar música o buscar alguna distracción, que, por cierto, las redes ofrecen sobradamente, amén de darnos a conocer cómo están sintiendo ahora algunos amigos. Así hacemos un pupurri con algunas de las cosas que aparecen en los muros de algunos amigos de facebook: Vemos la prensa que se desayuna Alfonso Armada y que no es pose pues soy testigo de estar un sábado por la mañana en Ourense con él cargado de periódicos; ABC Cultural es un suplemento cultural, del que también soy amigo hace tiempo, nos trae hoy la Movida Madrileña, de la que me hago eco por solidaridad con esta capital que está sufriendo más que ninguna otra española; El País da la noticia, con el titular que transcribo literalmente: el dueño de Alibaba dona a España medio millón de mascarillas “gracias al apoyo del rey”; María Piensos, la artista y performance coruñesa, nos trae esta viñeta que retrata el gran absurdo en el que viven algunos; La Voz de Galicia informa que llegaron a Inditex, mascarillas y respiradores, y bienvenidos; el periodista Paco Sarria nos tranquiliza con la fotografía de un supermercado lleno de mercancía afirmando que “no hay riesgo de desabastecimiento; Benito Fernández, periodista y escritor, ha recuperado para esta crisis la mascarilla que guardaba de un viaje en avión; a Lovecraft lo saca del agujero Ana Silva, me imagino por aquello de los cuentos de terror; y ya para terminar, porque si no podía uno estar escribiendo hasta morir y seguir yendo detrás de lo que se publica por mucho que nos trasformemos en o energía, o dios sabe qué, así acabo con Linda Varleckt (algunos ourensanos la situaréis mejor si os digo que su esposo es Paco Ropero) y que se hace eco de una reflexión del millón: “Ni un futbolista supermillonario ha donado ni para una mascarilla” (por ello, para éstos, ni fotografía).