Me levanto, a la misma hora que siempre. Antes del confinamiento y ahora en él. Son las seis y media de la mañana. Canto victoria. La mía, claro. Porque no hay fiebre, no me duele la cabeza, ni toso o tengo cansancio. Ergo la que duerme está bien. La salud lo primero. Después haré la ronda de llamadas para saber de resto de la familia. Desayuno y leo la prensa. Por cierto, mi felicitación más sincera a este sector que está también en medio de la trinchera, sobre todo a transportistas y repartidores, pero, por supuesto, y aunque con teletrabajo muchos de ellos, a todos los que nos dan noticias frescas. Y hablando de noticias, por favor, ciudadanos que enviáis wassap o subís cosas en facebook cual si fuerais casi profesionales de la información, contrastar un poco la misma, que es principio básico de primero de carrera, porque los bulos y “noticias falsas” corren más que el Pájaro Loco, y a cualquiera nos las meten por toda la escuadra; hoy circula la del párrafo de Palmeras de jimina en el discurso de Sánchez. Mentira, así que, ¡cuidado!.
Después de pasar por el aseo matutino toca llamar a diana. Y hablo con una señora mayor a la que cuido todo lo que puedo que nunca es mucho ni todo lo que quiero. Estos días espacio mi visita cada dos o tres días para llevarle compra y medicinas. Es usuaria del servicio municipal de Ayuda a Domicilio. Me dice que la señora que la ayuda a levantarse, de lunes a viernes, está muy enfadada porque no las proveen de máscaras, guantes y batas suficientes, pues atienden varias casas diferentes; lo hago saber en el grupo de facebook de “Ourense Hoy”, que tiene mucha participación, amén de participárselo directamente a algún periodista local para interesarse en el tema y paliar el problema. Por otro lado, mil gracias a Cociña Ourense en general y a Gabi en particular por su trabajo voluntario cocinando: “Nós non somos de estar parados, xa o sabedes. Desde fai uns días o noso compañeiro Gabi Conde traballa arreo como voluntario para que persoas maiores da nosa comunidad teñan comida de calidade na porta de casa cada día”.munidade teñan comida de calidade na porta de casa cada día. munidade teñan comida de calidade na porta de casa cada día. munidade teñan comida de calidade na porta de casa cada día.
Y como ando ordenando la biblioteca de casa para clasificar un poco los libros que después no hay manera de encontrarlos cuando se busca alguno, me encontré con un libro pequeñito que estaba muy calentito entre otros mayores y de ahí que no asomara su patita en muchos años, y que me hizo ilusión volverlo a ver. Y digo volverlo a ver porque es un librito de fotografías, el nº 10 de una colección titulada “lo mínimo” (ya os podéis imaginar su tamaño) que edita Mestizo. Las fotografías del libro las podéis ver en https://varicarames.com/ y hacerme caso que merecen mucho la pena. Pero la ilusión no vino de las propias fotografías sino de la dedicatoria, pues me lo regalo el propio Vari cuando dormimos varias noches en la misma habitación (juntos, pero no revueltos) de un hotel de París en 1998. Os cuento: París bien vale una misa, que diría Enrique IV cuando se hace católico para pacificar Francia, y por ello me atreví a aceptar la propuesta de Adolfo Dominguez para desfilar en su tienda la primera temporada en que él tomó las riendas de la empresa después de salir a bolsa. No os cuento el desfile con unos veinte modelos profesionales que podían ser mis hijos aunque todos ellos me llevaban una cabeza, incluido ellas ¡tierra trágame!, pero el caso es que allí estábamos. Digo estábamos, porque ahí también estaba Vari Caramés a quien contrató Adolfo para hacer la fotografía del desfile. Lamentablemente no le valieron las fotos de Vari a Adolfo porque no eran típicas de moda, al parecer, y no me meto en profundidades. El caso es que hicimos muy buenas migas en esos días que pasamos juntos y ya no recordaba, hasta hoy que encontré el librito dedicado y que me revolvió un poco el corazón, porque los afectos a veces también se esconden en bibliotecas desordenadas y no revisadas.
Y me voy a llorar un poco…, no, es broma, soy sentimental pero no tanto, pero sí me voy. Hasta mañana a todos y ¡SUERTE!. Por supuesto ¡QUÉDATE EN CASA!