Me asomo a la ventana. Miro de frente, nadie. Miro a ambos lados, nadie. Lo celebro. Celebro por primera ves esta vista del vacío urbano. Una vista de responsabilidad y prudencia. Que nadie salga a la calle si no es estrictamente necesario es la primera consigna para poder ganar esta guerra contra un enemigo letal que no reconoce el sentimiento humano, la compasión, enemigo que se infiltra por cualquier recodo que el imbécil ignorante o temerario estúpido deja abierto por culpa de una chulería soberbia y fuera de juego en estos momentos. Hoy no debe haber rival político que valga, ni competencia vil a la que ganar, hoy solo hay una guerra entre dos bichos, uno gigante frente al microscópico virus, donde este ultimo puede vencer entrando como caballo de Troya por la gran debilidad humana de creernos más fuertes e invencibles que dios. Hoy me alegro de ver así las calles, y no las fotografías de ayer en Sanxenxo, localidad repleta de imbéciles que quieren aprovechar la cuarentena sanitaria cual si fueran vacaciones pagadas por el Inserso. Todos a seguir las recomendaciones que nos mandan las autoridades y, si cabe, anticipándose a otras que siempre llegan tarde. Y un hurra muy grande, lleno de gracias, a todos los que nos están dando calma con su trabajo en la trinchera, especialmente, clase sanitaria, fuerzas de orden y seguridad, servicios civiles, bomberos, ejército, personal de supermercados y tiendas de alimentos, farmacias, transportistas, y ese largo ejército de personas que se exponen más que ningún otro de nosotros a los que se nos pide, simplemente, no salir de casa.
Anteayer quisimos algunas personas de Ourense, que nos reunimos espontáneamente para ver qué podíamos hacer desde la sociedad civil no estructurada, solamente unidos por la voluntad individual, sin saber muy bien el qué, pero tratar de canalizar ideas para que pudiera ayudar algo en nuestra ciudad, y aún hoy no sabemos el cómo ni dónde ni el qué. Pero dejo aquí alguna reflexión que hemos pensado, por si alguien piensa más y suma, en un sumando que pueda ayudar:
OURENSE RESPONSABLE
Somos ciudadanos ourensanos, sin militancia política que se sepa de unos y otros, y que en caso de tenerla no signifique nada en este tema, sin pertenencia a ninguna asociación vecinal o grupo de interés social o comunitario, tampoco profesional ni nada creado; simplemente somos ciudadanos inquietos y preocupados por la gravedad suscitada por el CORONAVIRUS y su incidencia específica en nuestra ciudad y que de forma espontánea hemos convenido unirnos para reunir la voz anónima que interpele y ayude a quien corresponda a dar la mejor respuesta posible a esta situación excepcional.
En el transcurso de una primera reunión mantenida ayer se nos han ocurrido ciertas ideas de cara al apoyo de la lucha contra la pandemia en Ourense:
- Animar, mejor diríamos “rogar” a que se aparquen todo tipo de diferencias políticas entre los distintos grupos municipales a fin de aunar voluntades con el único fin de entre todos alcanzar la mejor gestión de la crisis.
- Conseguir atacar las debilidades singulares de nuestra población ourensana a través de propuestas que puedan surgir de la propia ciudadanía para hacerlas llegar a las autoridades competentes que las puedan implementar. A tal efecto, queremos abrir una página web o de Facebook para recoger y arbitrar de alguna manera dichas ideas para hacerlas llegar a las autoridades competentes. (De momento, ofrezco el foro de esta página web para aportar ideas, recomendaciones, sugerencias y demás cuestiones pertinentes en ayudar a nuestros ciudadanos, para hacerlas seguir a quien corresponda).
Ideas que a nuestro juicio pueden ser interesantes para aplicar inmediatamente:
- Desinfección de calles donde estén situados edificios públicos, supermercados y farmacias.
- Abrir líneas telefónicas de atención a los ciudadanos para cuestiones y problemas referidos únicamente a la pandemia en Ourense (las líneas .
- Organización de voluntarios para posibles labores futuras de reparto de comida en domicilio, la atención telefónica, psicólogos de actuación ante crisis graves de ansiedad, angustia y demás situaciones de estrés que pueda provocar esta situación en la población que lo necesite, fundamentalmente la mayor y que vive sola, etc.
- Plan de alimentación para personas que lo necesiten, mediante convenios especiales con cocinas de restaurantes ourensanos que pueden verse abocados al cierre de sus negocios, y que con la elaboración de menús prefijados según convenio podrían cumplir un doble objetivo: responder a la necesidad más perentoria de esas personas que viven solas, al tiempo que serviría de cierto colchón económico que palie los efectos económicos para estas empresas específicas.
- Sugerir la mediación del Concello en paliar el arrendamiento de los locales alquilados cuyos arrendatarios tendrán que permanecer cerrados y, sin embargo, pagar a sus arrendadores; ¿puede el IBI condonarse excepcionalmente este año al propietario que comparta este perjuicio económico con su alquilado? El Concello también puede no pasar los impuestos y recibos de servicios que no prestarán por el cierre general de los comercios, léase: basuras y agua.