Subí el lunes al acto de la re-inauguración del colegio Miraflores de Ourense; hace diez años del día en el que yo mismo había participado como maestro de ceremonias junto a Roberto Alarcón, que repitió ayer. Miraflores Ourense es hijo del homónimo mexicano de gran predicamento en el país centroamericano, en el mundo entero, pues todos los millonarios y gobernantes del país han pasado por sus aulas, y en su Consejo Rector cuenta con los ex alumnos e hijos de los Slim, Raña y demás apellidos que figuran en la lista Forbes. Ayer estuvo en el acto el cardenal Osoro que antes de ser cardenal fue obispo en Ourense durante años y que hoy es Leonardo Lemos que, por supuesto, también estuvo. Completaba el conjunto religioso monjas y curas varios, curas con los que compartí alimentos servidos por Flavio Morganti, porque donde está Olegario Vázquez Raña hay sobreabundancia de medios para poder pagar a veinte flavios por hora si es necesario. Da gusto ver comer a alguno, precisamente a este que parece un cuerpo sin cabeza porque la luz cegó la imagen justo encima de los hombros de tal volumen, pero poca conversación mantuvimos. Y ella, Fabiola, con él, Miguel Santalices, representantes de Alberto Núñez cuya presencia estuvo anunciada, pero antes de la convocatoria de elecciones, que no sé yo si también es antes de la anulación de esta convocatoria de elecciones por culpa del coronavirus. Y hablando de corona virus tengo un amigo que dice que compró uno pero lo tiene en un frasco guardado en la mesilla de noche; que le habla, que quiere que lo suelte, pero mi amigo no se fía y así se lo dice; mi amigo es más surrealista que André Bretón aunque no haya parido ningún manifiesto. Adriana Dominguez, María Franqueira, Rubén Saavedra y otras figuras de la sociedad ourensana se dieron cita, tal como Ruth Novoa y Sechu Pastoriza, delegada y director de La Voz y La Región, coincidiendo pero no juntos, claro es. Y Luis Figo, el futbolista, con quien estuvo comiendo el alcalde más polémico a la vista que tiene posiblemente España y es de Ourense, Gonzalo Jácome, con sus asesores y su traje azul elegante como nunca debió imaginar ponerse a estas alturas de la vida.
- Sección: Noticias
- Publicado el 10 marzo 2020
- Por Moncho
Miraflores
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