Perdí el texto que había escrito, una vez más porque no es la primera vez, y es que esto de tropezar con la misma piedra es cosa del hombre; lo perdí porque de pronto hizo chof el ordenador portátil sin conectar a la red. Así que vuelvo a reflexionar sobre si Ourense es un dolor de muelas, o no. El caso viene de que a raíz de la clínica dental que abrió Taín en la calle Santo Domingo, que bien podría ser un restaurante u hotel de lujo, parece haber surgido una fiebre de aperturas en bajos que mete miedo o simplemente hay mucho dolor de muelas en Ourense. Veamos el bajo que llevaba más de 25 años con el letrero “se alquila” que casi no se podía leer de la mierda que tenían las ventanas donde estaba, sito en el Parque San Lázaro y que era de Peña-Rey, que de repente está en obras y ya hemos visto dentro un sillón de dentista que no necesita de demasiada perspicacia para deducir que se dispondrá al tema de salud bucal ( ¡Ah, no, perdón, no va a ser clínica dental sino gimnasio!, tal como leo en el periódico; lo que es mi vista hoy, seguro que el sillón que vi es una máquina de sudar grasa o algo así). Pero también en Cardenal Quevedo están obrando en otro bajo que, aquí no cabe deducción porque tiene buen letrero anunciador, se destinará a lo mismo que los anteriores. Y por si fuera poco, en el local de al lado de elcercano, han valorado montar una clínica dental. Yo no sé si es que hay mucha caries en Ourense o si los bajos es imposible ocuparlos ya con comercios, pero el dato es que en menos de cien metros están los dentistas convirtiéndose en nuevos escaparates.
DOLOR DE MUELAS
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