Hoy vivimos una jornada de poesía en elcercano que nos vino bien. Porque conocer a gente sin prejuicios que te valoran y te dan afecto, es un pan para el hambriento, amén. La verdad es que no esperábamos que las sillas que pusimos no bastaran, y tuvimos que añadir unas cuántas más para que pudieran sentar sus reales los asistentes a la velada. Los protagonistas fueron dos poetas significados, traducidos a varios idiomas, que llegados de Tarragona y Málaga nos ofrecieron la lectura de varios poemas de su cosecha. Manuel Pintado, él, mucho más cantarín que ella, Sara Pujol, quien nos agasajó especialmente, con cariño y su deseo de ser cercana de derecho, o sea con cuota, aunque esté lejos, por compromiso con la cultura. Dos personas de prestigio que no alcanzaron a seducir a los poetas ourensanos tan importantes que tenemos en círculos próximos a las instituciones ourensanas, de las que maman su poesía y creatividad ¡manda carallo!, y que clamaron una pose poética que dista mucho de su realidad. Ourense tiene un grave problema con todos los chiringuitos que montan artificialmente los menos indicados porque suelen ser los más mediocres e ineptos.
La vida es así, y la poesía nos salva
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