El tercer entorno
En una calle de Ourense, podía ser cualquier otra ciudad, tres muchachos jóvenes sentados a la puerta de un colegio se acompañaban cada uno con su móvil. Juntos pero no revueltos, o no comentando la jugada de ayer o la que puede suceder mañana de viva voz sino más bien a través de la pantalla digital. Los veteranos de la vida no dejamos de asombrarnos ante tal visión sin darnos cuenta que también nosotros estamos pillados, quizás un poco menos pero porque simplemente nos cuesta más manejar el instrumento que envuelve al mundo entero. Todos somos y estamos manejados por los señores del aire y el tercer entorno, así titula su libro – con el término Tecnópole en el medio – el experto Javier Echeverría, que hace un análisis serio de la transformación que se da en el entorno social, con el paso de la sociedad agraria e industrial al momento actual, analizando las tecnologías de la información en nuestra sociedad y plantea que estas transformaciones no son solo de tipo técnico, sino que determinan la existencia de un nuevo entorno social que se diferencia del entorno natural y urbano. Que el entorno de internet es el nuevo entorno cada vez se discute menos, y para no someterse completamente a él solo cabe hacerse algo comunero y resistir en células de resistencia, aunque solo sea por épica o amor propio que despierta ser consciente y de la derrota.
La puta Banca
Irrespetuosamente adrede, mal hablado, porque mira que podía haber elegido alguna otra palabra que diciendo lo mismo no lo pareciera tanto, cual hetaira, meretriz, mesalina o incluso cortesana o ramera, pero me sale puta porque hace más claro su significado a todo el mundo. Y es que la banca funciona solo por la pasta como así nos cuenta la noticia de que al cierre del año se cargaron a mas de dos mil empleados cerrando oficinas. Como no va a sacarnos la mala leche una noticia de éstas si se combina con la de los beneficios que anuncian al mismo tiempo. Lo que más me fastidia es que además montan sus “buenas obras” léase fundaciones, que ya me gustaría a mí saber las ventajas fiscales que les proporcionan, porque las putas no personan un minuto en el polvo que te quitan, al menos eso dicen los puteros que las visitan.