Café de primera hora
Hoy traigo aquí a tres amigos con los que coincido a veces tomándonos un café en la cafetería del Princess. Ellos son los asiduos, yo de vez en cuando, porque los horarios no nos coinciden la mayor parte de esas vece. Pero traigo la fotografía a colación porque esta reunión no es distinta a la de decenas que se forman cada día en cafés de la ciudad para comentar algún tema del día. Las personas nos necesitamos y aunque llevemos vidas distintas siempre hay un rincón que nos hace iguales y un aroma que justifica el rincón. Estos son los lujos de una vida de capital pequeña de provincia, porque en las prisas de las distancias recorridas en Madrid, por ejemplo, para llegar a hora al trabajo o la vuelta a casa, ciertamente es más difícil, y en caso de conseguirse, seguro, que no es tan variopinta la reunión, como ésta del Princess, primera hora. Después vienen otras tertulias mañaneras o vespertinas, pero ya no son como ésta donde el periódico parece ser la primera oración necesaria de hacer en el día.
Ciclo 1906 de Estrella Galicia
Agradecidos por haber formado parte de este importante Ciclo de Jazz. Ayer vimos el vídeo que hicieron sobre uno de los conciertos celebrados en elcercano y está muy chulo. Pero yo no voy a hablar hoy de los músicos ni su música, tampoco del lugar donde se hicieron, sino de quien lo hizo, el vídeo, y son estas tres personas que fotografié el último día esperando al músico de turno para ser entrevistado. Capitaneados por Tomás están ella y él , fotógrafos y cámaras audiovisuales que han recogido las imágenes y sonido que se aprecian en el montaje que habrán hecho otros experto. Aquí quedan recogidos y reconocidos.
Puto asesino
Quien quiera que sea es un puto asesino, maldito y cobarde, que no merece volver a pisar la tierra libre en su vida. Lo cogerán, porque este tipo o tipos se delatan tarde o temprano por una marca impresa de maldad que el especialista la detecta. Su ADN estará esparcido por su saña entre algún punto de la piel de la chica asesinada y acabará detenido a la sombra más oscura de un infierno apetecido. Hay que ser un violento inhumano para acabar con la vida de cualquier otra persona con motivo de cualquier egoísta interés, ya sea por el dinero o incluso la subsistencia propia, pero además si la víctima es una persona joven, que para ganarse la vida en aquello para lo que se preparó tuvo que emigrar hasta un pueblo lejano a su casa, indefensa y sola, el hijoputa aún es más mezquino, cobarde y cruel. A lo mejor, habría que pensar en castrar a esta raza de alimañas que siembran el dolor a los que quedan alrededor de la muerte de una persona como la chica encontrada ayer semidesnuda y con signos de haber sido agredida sexualmente amén de asesinada, al parecer, con la sucias manos de un tipo, o tipos, que todavía anda suelto por ahí. ¡Dios quiera que lo atrapen ya y comience a penar su crimen!