Elecciones andaluzas y el vuelco un hecho. El socialismo pierde su feudo tras cuarenta años de gobierno. Dios sabe cuántas nóminas clientelares estarán hoy temblando de miedo a desaparecer, aunque la democracia española nos da muestras de que de desaparecer rien de rien, mas bien cambian de nº de cuenta, otros siervos de gobernantes pasan a poner la mano. Porque el problema es sistémico, de ahí quizás el voto Vox, de rechazo a lo que hay, de más de lo mismo aunque con collares distintos. No se sabe bien pero está claro que son los que más consiguieron, partiendo de la nada, de espacio oficial que ayer en la Sexta daba muestra con un cuadro permanente de los cuatro jinetes clásicos sin el quinto representado.
Para mí dos factores fueron determinantes: el hecho catalán independentista donde el gobierno socialista por pura necesidad matemática de contar con el apoyo de estos grupos independentistas para mantener el gobierno se ha echado en sus brazos y el de los bildus, y por otra parte la postura del gobierno central en el tema de la inmigración ilegal pues es en las zonas de la costa donde ha tenido su mayor caladero de votos Vox, y es que una cosa es ver los toros desde la barrera y otra en el coso.