Xosé Lois, Mingo y el Jazz
Contaba el pasado día que despedimos a Xosé Lois un grupo de amigos distintos en el Castro de Lás, con las vistas maravillosas que depara Galicia desde cualquier ‘altura de miras’. Y con motivo de esta despedida me acordé de cuando coincidieron en un concierto de Jazz en elcercano él mismo y Mingo, un queridísimo cuñado. Xosé ya era asiduo a nuestros conciertos, como gran apasionado de este género, aunque yo diría de todos porque era un diletante excepcional, y Mingo había venido por primera vez puesto que le costaba salir de su reducto costero. Entonces, se vieron y no daban crédito: dos amigos de Vigo que llevaban veinte años mínimo sin verse coincidiendo en Ourense. La alegría del encuentro fue de las buenas que presenciamos nunca, realmente sincera, y desde ahí hasta que los dos murieron en el lapso de tiempo de un año apretaron sus enfermedades entre los dientes y se buscaron continuamente hasta el adiós definitivo. De la ocasión en que recuperaron el contacto solo conservo esta foto del concierto de Leo Genovese en que se les ve en primera fila a los dos junto a un tercero de camisa a cuadros. Se les ve, además, como eran ellos, siempre discretos, nunca queriendo ser protagonistas, pero en esa primera fila para disfrutar mejor y como siempre de la buena música, así como lo hacían de la lectura y otras artes, aficiones que también los unía. Gracias a este encuentro se extendió el contacto hacia varios de la pandilla de Traviesas en el Vigo de los ochenta, porque Xosé Lois consiguió atraerlos a elcercano en otro concierto al que venía Mingo para darle la sorpresa de este encuentro después de tantos años al amigo querido que ya estaba sentenciado a un tiempo limitado en la vida. En fin, cosas que nos quedan a los que de momento estamos y que las valoramos profundamente porque son más humanas que muchas otras que solo nos entretienen.
The Rebel en el cine
Verdad es que la película de esta Ópera Rock que hizo Miguel Caride a narices, porque hay que tenerlas muy grandes para embarcarse en esta obra artística, está muy bien. Emotiva, musicalmente vibrante, bien mezclada con documentación histórica, etc. uno se sorprende que sea obra de un abogado, eso sí polifacético, y de Ourense. Sin apoyos institucionales, prueba clara que los que tienen talento y amor por lo que emprenden consiguen mucho más que los auténticos pelotas del poder que mendigan los dineros públicos para hacer que hacen, porque dicen que están muy preparados y trepan como auténticos animales, que al final lo que consiguen es perpetuar la mediocridad más insultante. Aquí no, aquí compromiso, dedicación, mucho trabajo, ilusión, coste económico y sobre todo “talento”. Haber conseguido el resultado final es mérito fundamental de Miguel, indiscutible, sin él nada hubiera sido posible al respecto, pero dicho esto, son muchos los que lo apoyaron y sumaron hasta conseguir el producto. Fundamentalmente, su hijo Iván que además de compañero fiel es protagonista esencial de la Ópera, su cantante y también en buena parte compositor de los temas; Oscar Doviso, un tipo humilde al que he visto trabajar con unos medios tan limitados para sacar algún buen producto cinematográfico que me sorprendió y que aquí ha hecho un meritorio trabajo; y Fernando Dacosta, actor que interpreta al personaje protagonista de la Ópera, está extraordinario. Podría citar a muchos más, entre técnicos, músicos, artistas, etc. pero me extendería demasiado y tengo curro que hacer para poder mantener elcercano, que daría para otra película, así que queda dicho que The Rebel hay que ir a verla al cine para enorgullecerse el ourensano de que sea un producto made in Ourense. Felicidades The Rebel.
La foto y el chiste de hoy llegado a nuestra redacción de la red social, y ahora no sé cual