Comenzar el día temprano para viajar hacia Palas de Rey donde coger un autobús para llegar a Lugo, y volver por Chantada almorzando con Mayte, es un plan recomendable para una persona como yo. Porque la compañía es lo más importante y yo voy acompañado de historia, literatura, paisaje y proyecto interesante que se verá reflejado en forma de libro próximamente, además del amigo Lamas. Pero del viaje en sí mismo y lo queremos contar en el libro se lo dejo al escritor principal del mismo, o sea al mentado, y yo simplemente digo alguna cosa que en este rápido viaje me recordaron a Ourense por razones obvias.
Una es en la propia llegada a la estación de autobuses de Lugo, porque a su salida me encuentro de bruces con un edificio bien recuperado que está dedicado a Centro Cultural y Social; sencillo, bien caleado y limpio a pesar de una pintada de algún energúmeno de estos que persiguen a buen gusto con el malo con los posee como un demonio, está el edificio que antes fue ‘cárcel’ y claro está me viene de latigazo un polvo al ánimo pensando en la nuestra, la cárcel antigua, que en lugar privilegiado en torno a ese recurso publicitario que son As Burgas y la Capital Termal, se encuentra abandonado desde hace años, y años, y años, que no sé si pasarán muchos mas sin que me haga anciano o muerto.
Pero no sólo de cárceles está hecha la crítica de un lugar habitable pero menos humanizado de lo que debiera, sino que en Chantada me encuentro con otra terraza de estas que yo quise para Ourense en el lugar de elcercano, de éstas que en cualquier población de Europa, España, Galicia y Ourense entienden que tiene cabida sus clientes sin molestar a los transeúntes de acera ocupando un espacio arrebatado por los coches y los negocios de subcontratas municipales. Cuando te encuentras una de estas y piensas que en tu ciudad la deniegan, es como para mandar a tomar por viento y llamar idiotas a quienes te decepcionan de esa manera.
Y la foto que no podía faltar y que subo porque no puede estar en el libro es la del autobús tomado en Palas y en la que se ve a la mujer italiana que debe ir muy cansada para adoptar la postura que se ve. A mi me importa un carajo la falta de pudor de cualquiera pero me importa el pudor que me traspasan por la falta de compostura y estética que aprecio. En fin, la velocidad del autobús es alta porque me impidió mayor claridad al paisaje que pasaba tras el cristal.