¡Joder!. Sí, comenzamos abriendo esta reflexión con la exclamación rotunda que indica estado de ánimo ‘hasta las narices’ de que jueguen con el trabajo de uno. Fíjense bien la competencia desleal que dimana de las dos páginas de hoy mismo en el periódico La Región de Ourense: por un lado tenemos la propaganda de una charla, organizada por el propio Ayuntamiento, para atraer al público potencialmente interesado; es a toda página de contraportada (de éstas que cuestan una pasta) y para dar contenido a un espacio público que no saben para ¡qué carallo! lo hicieron, pues el origen era para Fab lab pero ahora ni se sabe para qué es, a no ser para publicidad del Concello y quienes lo gobiernan. Pues bien, vamos ahora la otra página donde se puede leer la agenda cultural del día que informa de los distintos actos que se suceden en algunos espacios públicos (son los que tienen la pasta para pagar a sus invitados) y en otros privados; tocamos a una o dos líneas de página interior, y muchas gracias. Pues quiero decir alto y claro que no es justo que a todos aquellos que invertimos dinero, tiempo e ilusión en ofrecer cultura, arte, música, etc., nos haga la peor competencia precisamente las Instituciones Públicas que viven también de nuestro dinero. O no empatizan con nosotros emprendedores o pasan de nosotros ampliamente, que no sé cual de los dos motivos es peor. Sólo sé que si tuvieran que vivir ellos, los políticos que se dedican a convertirse en gestores culturales y dinamizadores sociales desde las instituciones públicas, de dinamizar cualquier asunto cultural o social desde lo privado me parece que estarían más muertos que el Cid. Déjense de querer figurar y ayuden a la iniciativa privada a sobrevivir sin competir deslealmente, que subvenciones no queremos porque es así como callan a otros que nos les pueden decir lo que nosotros sí hacemos.