Como casi todos los años, en época de crecidas vuelve a suceder que las aguas se llevan por delante las termas a la vera del río. El coste de recuperación de las mismas saldrá del Concello, o sea del bolsillo de todos nosotros, y por ello es casi obligado volver a la carga de que las termas las paguen mayormente los que disfrutan de ellas. No es justo que se distribuya de esta manera el erario público, porque el que la hace la paga, quiero decir en este caso el que la disfrute que la pague. Porque nada puede ser gratis cuando de ocio se trata, ¿o me van a decir que van por asuntos de salud en general? De falta de salud está Ourense lleno, por cantidad de mayores que suman años en soledad y que se ven obligados a pedir ayuda para levantarse de la cama; pues bien, a éstos, el Concello les ofrece un servicio de Asistencia en domicilio, por el que pagan una cantidad ajustada ciertamente al nivel de vida que tienen, bajo, de pensiones mínimas, como es el caso de una amiga mía. Pues mientras no cobramos ni un euro al que disfruta de la charcas nuestras, incluyendo a todos los turistas, al que no disfruta de salud ‘precisamente’ le rejonean hasta la médula. La amiga mía, de pensión mínima de 640eurazos tiene que pagar por las tardes a una señora para que la acueste, con lo que le cuesta, porque en el Ayuntamiento no hay para más. Claro que estos enfermos que ya no salen de casa por la inmensa dificultad de poder caminar un poco, no pueden salir a la calle para reclamarles bajada de sueldos y privilegios a los políticos.
- Sección: Noticias
- Publicado el 17 marzo 2018
- Por Moncho
El río Miño anega las termas de Ourense
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