Ayer hemos esbozado una iniciativa como dios manda, o sea, como no hace ni dios en la banda de la economía y el poder. Ahora ya fuera de nuestra vinculación anterior con el Colegio de Economistas de Ourense que nos clavó un puñal en la espalda en otra iniciativa anterior que habíamos desarrollado conjuntamente, los ‘Faladoiros Económicos’, y por ello no ponemos la otra mejilla y no queremos su participación. Lo siento en lo personal por mi amigo Guillermo Díez, que por cierto es cercano. El cercano pues, únicamente con la colaboración inestimable de otro cercano y economista como es David Martínez, realizará un “Congreso del emprendedor fracasado”. El 19 de abril próximo. No es ninguna coña. Tal vez algo provocador, pero de nuevas actitudes para conocer la realidad y no para vender motos en donde están instalados tantos organismos que viven de vender lo innecesario. Fíjense la cantidad de Congresos, o Jornadas, o Encuentros, o llámenle como el de marketing más moderno decida en el último momento, la cantidad de cosas de estas en torno al emprendedor, la creatividad y demás conceptos que casi nunca conocen directamente de su mano, que se organizan para ser protagonistas por un día del periódico local y fardar ante los vecinos que se asombran de lo listos que salieron algunos. Por supuesto, estos congresos son organizados normalmente con la financiación pública mediante alguna de sus múltiples formas, sea subvención directa, sea por indirecta a través de un organismo económico o empresarial que recibe subvención, en una política de retroalimentación que les permite seguir organizando más y más jornadas donde se repite el estereotipo: invitar a ilustres empresarios que teóricamente han triunfado en su vida (hasta que alguno se lleva una leche que ni te cuento).
Pues bien, hemos pensado que lo enriquecedor precisamente para algunos jóvenes a los que le comen la olla con ser emprendedores, aunque en su vida han tomado una iniciativa por sí solos aunque solo fuera la de elegir película para ir al cine con sus amigos, es mostrarle la cara común de emprender algo. Enseñarles que existe el fracaso y que es la cruz que sale más de la moneda tirada al aire. Para ello, haremos el Congreso del Emprendedor Fracasado, al que invitamos a todos aquellos que tienen algún buen fracaso en su vida lo venga a contar para así, además, tratar de acabar con el estigma de equiparar el fracaso con incompetencia, ineptitud, poca valía, etc. , sino simplemente, en tantas ocasiones, por pura mala suerte, otras por traiciones y otras por tener enfrente una administración que quiere vivir de estos incautos perdedores.
El 19 de abril, y en función de la mayor o menor participación durante todo el día o solo en jornada vespertina. No están invitados los que se creen más listos que los fracasado solamente porque a ellos les ha ido mejor económicamente, y sin entrar en detalles del camino tomado al respecto.