Un funcionario de la Diputación de Valencia ha cobrado cerca de 50.000 euros anuales como jefe de la Unidad de Actuación Bibliográfica durante más de 10 años sin ocupar nunca su puesto de trabajo. Esto nos ha contado El Mundo ayer y hoy amplia la información de Carles Recio, ese funcionario que no será el único aunque tal vez más descarado sea imposible, que ha fichado con su huella dactilar la entrada a las 7.30 de la mañana para después marcharse y no regresar hasta las 15:30 y 16:00 para fichar su salida.
Ahora, tras diez años sin rascarla, a su alrededor se echan las manos sobre la cabeza y el diputado de Administración General y Transparencia de la Diputación de Valencia, Pepe Ruiz, cursó una orden para la apertura de un expediente informativo «para esclarecer la situación laboral del empleado de la corporación» y que comprenderá también a la directora del Archivo de la Diputación de Valencia, María José Gil.
El señor caradura, perdón Recio, nunca tuvo mesa ni ordenador ni ninguna tarea funcional en el equipo de investigadores del Archivo, sin embargo sí está relacionado en la RPT (Relación de Puestos de Trabajo) del Archivo, ostentando jefatura por la que cobra desde hace más de 10 años.
Este es un ejemplo, extraordinario si no investigamos mar adentro, de lo que pasa en muchos enchufados en esta Administración Pública de los poderes locales. Ni es el primero ni será el único, pues muchos de ellos han entrado a trabajar en estos entes anacrónicos por presuntos enchufes políticos y compraventa de favores.
Por supuesto, esto de fichar y salir de inmediato lo hacíamos ya en mis tiempos de funcionario de Hacienda, allá por el año 1987 – 1990 (no respondo de más pues la excedencia me impide saberlo), salíamos a tomar café en masa y en masa perdíamos tiempo y tiempo en nuestro trabajo. Es la puñetera realidad vivida por uno mismo y al que por ello la noticia no le sorprende tanto. Claro está que para presidentes provinciales, algunos conniventes pero no por desear mal a nadie sino porque les importa un carajo la administración de los fondos públicos que no sean para seguir mandando ellos, como el responsable provincial casos así los indignan “porque consiguen que la población se forme una mala imagen de la corporación pero sobre todo «una errónea visión del resto de empleados públicos de la Administración con una carrera incuestionable y de alto compromiso y profesionalidad». Sí, home , sí, si no fuera por el periódico denunciante estaríamos esperando a que funcionase usted y su administración por sí misma el carajo.