Leemos hoy en un periódico local que el pequeño comercio fue el sector al que más afectó la crisis el año pasado, que el año pasado fue especialmente malo para este, para negocios pequeños, tiendas con muchos años de actividad a sus espaldas, que se vieron obligadas a bajar la persiana. Lo dice la información que emana del juzgado que trata de estos casos que acuden a ella con el fin de abandonar la actividad para siempre de una manera ordenada e intentar pagar las deudas, algo que no se logra en demasiadas ocasiones. Esto es así y no hay asociaciones pintorescas y subvencionadas que lo alegren porque no van al fondo de la cuestión sino a la fotografía superficial y que es pan para hoy pero cierre para mañana.
Lo llevamos dicho muchas veces y denunciado otras tantas, que la Administración debería velar por los intereses de estos negocios aclarándoles la normativa compleja y abusiva y lo que es más importante NO HACERLES LA COMPETENCIA. Así vemos aflorar actividades de la Administración desde edificios públicos que asolan los trabajos de muchos autónomos, porque desde cursos a talleres pasando por universidades populares casi gratuitas para mayores, etc… van acaparando las posibilidades que pudieran surgir de la iniciativa privada cuyo fin sería ganarse la vida. Claro, desde una MOlinera (que nació para un fin que nunca cumplió) hasta los centros cívicos, los espacios Lusquiños, bibliotecas públicas con cine, colegios profesionales, el monstruo de la Diputación con su oferta clientelista, etc… ¡quién carallo resiste tal desleal competencia! Me gustaría ver a todos estos responsables creando un puesto de trabajo (solo el suyo, incluso) sin el paraguas de lo público, pues me da la impresión que ninguno saldría adelante.
Si quieren ayudar al mercado de trabajo dejen trabajar a los demás y no quieran ponerse medallas de servicio a la comunidad. El servicio es la luz (que podrían subvencionar a todos los conciudadanos, o al menos a los más necesitados), el agua (vamos a sufrir su falta por sequía pero también por no pensar en que pueden llegar estas malas rachas de falta de lluvia y no planificar depósitos ni gaitas de la china), la limpieza de las calles, las superficies arregladas para que no se caiga la peña en cualquier tramo con baldosas rotas … Los servicios no están donde aparentan sino en lo que no se ve, precisamente.