Francisco Doña
Pieter Lastman (1583-1633) realiza el cuadro titulado Hippocrate rendant visite à Démocrite, pintado al óleo sobre tabla en 1622, de 111 x 114 cm. y que se encuentra en Le Palais des Beaux-Arts de Lille.
“Comprendió que no podía ‘curar’ [al filósofo] de la manía de aprender y tampoco pudo convencer a sus paisanos de que Demócrito no era un enfermo sino un hombre por encima de lo normal dedicado a investigar, lo que no podía considerarse como una enfermedad. Y rechazó la paga que los habitantes de Abdera le querían entregar por su trabajo.”(1)
En el cuadro, el pintor barroco holandés Pieter Lastman, conocido fundamentalmente por haber sido maestro de Rembrandt, representa el momento en que, en las afueras de Abdera, ante la mirada expectante de sus ciudadanos, Hipócrates, vestido con elegantes túnica y capa, y con un turbante cubriendo su cabeza, encuentra a Demócrito junto a un riachuelo, bajo la sombra de un frondoso árbol, escribiendo en un grueso volumen que -como los otros dos que aparecen abiertos a sus pies- nos parecen fuera de lugar y, más aún, de tiempo. Los animales que se ven en la parte inferior del cuadro, a la izquierda de los protagonistas, creemos que son los que el filósofo diseccionaría -en vez de cadáveres humanos- para sus investigaciones; porque Demócrito de Abdera, como otros sabios antiguos, en su afán de conocimiento, practicó la disección y se le considera como uno de los primeros anatomistas.