Por fin Ourense a la cabeza en algo. Líder de Galicia. Hemos sido los primeros en … ‘el encendido de las luces de Navidad’. Un poco cutre la cosa si la tomamos como base para el futuro más halagüeño en cuanto a disminuir la discriminación que venimos soportando como ultima provincia de Galicia en la realidad socio económica, que es tanta que casi parece mentira que el Presidente de Galicia sea de Os Peares. El último artículo que escribí como colaborador en su día para La Región iba de fuegos fatuos, pirotécnicos de artificio, que lanzaba la Diputación, frente a los fuegos de llama verdadera que estaban desolando nuestra tierra. Aquí parece casi lo mismo, en verdad nadie iguala el humo de Baltar, porque las luces de Navidad en noviembre son extemporáneas por razones obvias, o de tiempo, pero se encienden como si fueran a calentarnos la caja del negocio que está congelada porque ‘aquí no hay quien viva’, o casi nadie a la vista. Si en verdad creen que las luces de colores colgadas en las calles céntricas impulsan la economía de la ciudad pues que las dejen todo el año puestas ¿por qué no?.
Bien, pues si a lo anterior le añadimos el gusto dudoso en las bombillas de colores, influencia portuguesa de años en que venían del país hermano a iluminarnos las calles de Ourense, y las figuras que nos han puesto enfrente de La Central (curiosa coincidencia relacionada con el PP, al ser socia de la explotación María José Caldelas, exposa de José Manuel Baltar, y ser el equipo de gobierno del Concello del mismo partido popular, pues dan ganas de salir de la influencia y seguir sin iluminar aquí donde estamos, en la calle Cardenal Quevedo. Mejor apagados que hortera iluminados.