Hace años conocía a una gente en Ourense, de apellido Outeiriño, que esperaba a que muriera Fidel Castro para descorchar una botella de champán, así como conocí a otros que lo hicieron hace muchos años con Franco. En este caso, a no ser que algún descendiente quiera cumplir ese deseo de los padres ya muertos que fueron los realmente afectados por la revolución cubana, la ocasión llega tarde para ellos. El comandante vivió 90 tacos, más de lo que esperaban esos ourensanos ya muertos. En fin, Fidel ha muerto.
Fidel Castro ha muerto
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir