Pues sí que estamos listos. Ahora no se andan con coñas los matones de la época y si les llamas la atención por cualquier acto incívico o poco ciudadano van y te corren a leches hasta dejarte como dejaron al pobre Pepiño, con la nariz tocada y encima de un banco reponiéndose hasta que llegó una ambulancia del 061 que lo trasladó a un centro médico. Fue en plena calle del Paseo, unas fuentes dicen por dos y otras por tres individuos de etnia gitana. Pepe había reprochado el mal aparcamiento de su furgoneta en la céntrica calle peatonal, que le impedía salir con su vehículo del garaje, y amagó con hacer una foto con el móvil. ¡Joder!, ahí debió liarle la agresión en la cabeza hueca y matona de los agresores que después de mallar en el se dieron a la fuga en una furgoneta cuya matrícula algunos testigos anotaron. Las autoridades trabajan en la identificación de los sospechosos que, presuntamente según cuentan los medios de comunicación, son habitantes de un poblado de Maside. Dicen que decenas de personas se congregaron en el lugar alarmadas por la agresión pero no dicen que uno cualquiera de ellos saliera en defensa de la víctima. Así nos va. La solidaridad siempre cuando está del lado de ganar.
La foto es de Abel Fraga, compañero de partido de Pepiño, y a quien seguramente no le hubiesen dado como al amigo, pues la corpulencia es distinta y ya sabemos como funciona esto de abusar, sí, funciona siempre cuando tienes todas las de ganar porque los matones suelen ser cobardes.
Lo importante es que se recupere pronto de sus lesiones y que no le dejen trauma porque es que es para ello, ya ni a la luz del día y en El Paseo estamos salvados.