Hoy informa EL CONFIDENCIAL sobre el viaje de Ada Colau, a América, que se ha llevado un séquito de 22 personas. Salió de gira, cual coplista de los sesenta o cual Bisbal con tetas, con la diferencia de ser política, de ese tipo de ser paradigmático absorbido rápidamente por la corriente del uso y costumbre del poder. Se nos fue de gira a las Américas cual su homónimo profesional Baltar, aunque ésta a las del Sur de USA. Dicen que fue a Colombia y Ecuador para representar a la capital catalana en dos cumbres mundiales sobre municipalismo. Pero con 22 personas a cargo de las arcas municipales.
Un acompañamiento de 22 miembros parece mucho si se compara con el que ha llevado Manuela Carmena a la misma cumbre, ya que la alcaldesa de Madrid solo estuvo acompañada por dos personas: su jefe de gabinete, Felipe Llamas, y la jefa de Servicios Institucionales, Ainoa Careaga. C’s ha interpuesto una pregunta ante el pleno municipal por el número de acompañantes de Ada Colau y el coste del viaje. En todo caso, el ahorro tampoco fue la prioridad: Colau voló en ‘business class’, según explican fuentes cercanas al ayuntamiento.