El hecho de seguir con un Gobierno en funciones puede traer problemas a escala económica. “La inoperancia legislativa tendrá efectos a medio plazo, y también repercute en el ámbito económico, donde la Unión Europea exige un ajuste al Estado español que este es incapaz de realizar porque no se legisla ni mucho menos se aprueban los Presupuestos”, dice Bayón. “Los datos macroeconómicos no son malos pero, precisamente por el bloqueo legislativo, tampoco es posible realizar estímulos o reformas que los potencien”, agrega.
La misma advertencia que lanzaba esta semana el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, en una entrevista en la Cadena Cope. “Va a ser muy difícil que economía española crezca por debajo del 3% en 2016”, pero “hay que mirar más allá” y ahora mismo los “indicadores adelantados demuestran que se está produciendo una cierta desaceleración”, aseguraba. Y a ello, decía, hay que sumar que “no se pueden aprobar leyes” ni adoptar “iniciativas importantes desde el punto de vista económico” que ayuden a mantener el buen ritmo.
No obstante, Serrano no piensa igual. El politólogo cree que el fracaso de Rajoy “no tendrá consecuencias” en este sentido porque “la actividad económica sigue bien” y “la economía no se ha parado, sigue funcionando pese a que llevamos meses con un Gobierno en funciones”. “Los datos están ahí”, señala el experto, que entre otras cosas cita la mejora del 0,8% del PIB en el segundo trimestre, el hecho de que el IPC se acerque cada vez más a una tasa positiva o que el turismo crezca cada vez más. Sin embargo, el paro no se ha comportado tan bien, al menos en agosto, ya que tras cinco meses de caídas ha subido en 14.435 personas, mientras que la Seguridad Social ha perdido 144.977 afiliados, el peor dato registrado en un mes de agosto desde el año 2008.
La propia vicepresidenta del Gobierno se encargó este viernes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, de restar importancia a los datos de desempleo asegurando que agosto “suele ser un mes estacionalmente malo”, aunque habrá que ver cómo se comporta este indicador en los próximos meses y ver si la incertidumbre le afecta. Serrano reconoce que, pese a creer que la economía sigue su curso, es cierto que los datos “podrían haber sido mejores si ya hubiese un nuevo Ejecutivo”.