HOy leemos en la prensa la noticia, que transcribimos en concreto de EL FARO DE VIGO, que dice así:
‘El gobierno local de Ourense abrirá una convocatoria de ayudas para subvencionar actividades y proyectos juveniles sin ánimo de lucro a realizar en la ciudad durante el presente año 2016. En total, 18.070 euros con el fin último de fomentar la cooperación y la solidaridad social de los jóvenes entre ellos, en sus asociaciones juveniles, y con el resto de la sociedad. Los beneficiarios serán aquellas personas de entre 15 y 35 años, y los interesados tienen 20 días desde hoy para presentar sus propuestas en el Registro General del Concello (Plaza Mayor, nº 1). Los impresos de solicitud serán facilitados por la propia Concellería de Xuventude y en la página web del Concello (ourense.es).’
Después continúa con las actividades que serán aceptadas y el bla, bla, bla de siempre referido a fomentar valores de dinamización, animación, creatividad y emprendimiento, patatín y patatán, etc… para justificar lo mucho que se preocupan de sus vecinos nuestros políticos. La cosa me cabrearía una vez más por eso de que me han rejoneado este mes con el impuesto del agua de la empresa concesionaria (¡uf, las concesiones municipales con su historia reciente nos hacen sospechar a muchos de que huelen apestosamente!), artículo de necesidad no sólo para mayores sino para pequeños, o juveniles, que también la gastan.
Pero es que es la puñetera manía de hacer política en torno a entretener y dar migajas al rebaño para que éste coma en la mano del poder. Pues ya está bien ¡coño!, que dejen a los jóvenes en paz, pues ya tienen actividades también subvencionadas en los colegios y en la universidad. Lo verdadero cómico del tema está en la edad juvenil a que se refieren, desde los 15 a 35 años, porque o bien están pensando en que un padre y dos hijos ya se bastan para formar una asociación (el padre, claro, menor de 35 años, y los hijos, por supuesto, ya nacido, no en proyecto), o bien lo juvenil cada día se extiende más hasta, seguro, acabar en estos amigos de la fotografía.
¡Ay!, vaya políticos tenemos.