Son estas noticias las que saltan sobre la vista cegándola de razón y de corazón. No, no trato de ser buenista ni populista ni hostias de esas que persiguen algún fin particular sino trato de reflexionar que las distancias entre el que tiene suerte en la vida y el que no se agrandan todavía más por la insensibilidad de los primeros sobre los segundos, lo que por otro lado puede provocar conflictos al final. No tiene sentido que siga la escalada hacia el beneficio final de unos pocos en perjuicio de la quiebra laboral de otros, por lo menos desde mi punto de vista donde los compañeros de mi trabajo son antes personas amigas que asalariados contratados. Pero ya se ve que esta mentalidad de ser sensata pasa a ser utópica en este mundo de buitres que confían en no morir jamás. La noticia la he leído en:
Agustín Marco en ELCONFIDENCIAL
La aceleración de la transformación digital de BBVA iniciada el 4 de mayo del pasado año por su presidente, Francisco González, todavía no ha dado réditos a los accionistas, pero sí le ha supuesto un sobrecoste al banco en forma de un aumento salarial para su renovada cúpula. La entidad, que desde que cambió a su comité de dirección ha perdido un 40% de su valor bursátil, frente a la caída del 24,7% del Ibex 35, pagó 14,85 millones de euros a su expertos tecnológicos en el primer semestre del año.
La cifra es un 23,95% más respecto a los 11,98 millones que recibieron los 18 ejecutivos que componen lo que BBVA denomina alta dirección en el mismo periodo de 2015. Los miembros del comité cobraron una media de 825.000 euros en los seis primeros meses del ejercicio, incluidas sus nóminas en efectivo -retribución fija y variable- y una remuneración en especie mediante la entrega de un paquete de acciones.
Fuentes oficiales del BBVA justifican este incremento por los cambios anunciados el 4 de mayo de 2015, cuando Francisco González renovó casi por completo la cúpula directiva para afrontar “la mayor transformación hecha por un banco en los últimos años”. Una reestructuración que supuso la salida del consejero delegado, Ángel Cano, reemplazado por Carlos Torres, y cinco directores generales, que recibieron 35 millones en indemnizaciones y pensiones por dejar la entidad de forma abrupta. Tras esta súbita renovación, la alta dirección pasó de 13 a 18 miembros, por lo que, según fuentes oficiales de la entidad, los datos de un semestre y otro no son comparables.
Desde BBVA explican que, aunque el número de miembros del comité es el mismo a 30 de junio de cada año, lo cierto es que durante cuatro de los seis meses del periodo de cómputo la alta dirección estaba compuesta por cinco ejecutivos menos. No obstante, otras fuentes reconocen que algunos de los directivos estrella fichados desde otras empresas supusieron un incremento significativo del coste salarial, que provocó un aumento generalizado para compensar la diferencia. Entre ellos estaban Donna DeAngelis (Talent & Culture o Recursos Humanos), Mark Jamison (responsable de banca digital) y Jeff Dennes (jefe de Estados Unidos), los tres fichados a golpe de talonario y que ya están fuera de la entidad.
Concepto | 1º semestre 2015 | 1º semestre 2016 |
---|---|---|
Retribución fija (millones de euros) | 4,670 | 5,696 |
Retribución variable anual del año anterior en efectivo (millones de euros) | 2,744 | 3,461 |
Retribución variable diferida en efectivo (millones de euros) | 1,692 | 1,782 |
Total efectivo (millones de euros) | 9,106 | 10,939 |
Retribución variable anual del año anterior en acciones | 285.926 | 521.946 |
Retribución variable diferida en acciones | 249.639 | 206.258 |
Total acciones | 535.565 | 728.204 |
Sea por una razón u otra, el banco ha pagado casi un 24% más en retribuir a su nueva cúpula directiva, que volvió a ser renovada el pasado 27 de julio. Hace poco más de un año, Francisco González señaló que la nueva estructura incorporaba “al primer nivel capacidades digitales críticas”, para competir en el nuevo entorno y talento global “con experiencia demostrada en el ámbito de los negocios digitales”. Muchos cambios que hasta ahora no se han visto reflejados en el valor del grupo financiero en bolsa, ya que desde el aldabonazo del 4 de mayo de 2015 la cotización ha perdido un 40%. El desplome de BBVA ha sido similar al de Banco Santander (42,7%), pero mayor que el del Ibex 35, que se ha dejado un 24% en este periodo.
Los sindicatos están siguiendo de cerca la política de remuneraciones de Carlos Torres, que al mismo tiempo está aplicando medidas de ajustes de costes. El banco ya ha anunciado la salida de 1.557 personas procedentes de Catalunya Caixa y el cierre de 400 oficinas. Un plan de bajas que tendrá continuidad con la salida de, según distintas fuentes, hasta 4.000 empleados mediante procesos de prejubilaciones o despidos pactados.