Hoy sale a toda prensa, propaganda y publicidad, el Verán Cultural de Ourense. Yo no sé cuando a la lectura individual del libro le llamarán cultura; ni cuando a escuchar un disco en soledad también le dirán onda cultural; ni cuando a la conversación en un parque o patio cualquiera, la mesa de un bar o lo que sea, entre personas inquietas por las cosas de la vida y el conocimiento, darán por admirarlas dentro de ese mismo contexto que vende mucho de palabra pero no de hecho. Aquí la cultura es el entretenimiento del personal, que no se aburra la peña y que diga lo bien que piensan los que nos gobiernan. Borreguitos calentitos por el aliento institucional. Pues en la misma línea que las fiestas de Ourense y empalmadas por los bailes o danzas en suelo (o como le llamen) llegan el calentamiento estival con la plaza de San Martiño los jueves de julio, agosto y septiembre llena de de actuaciones principalmente musicales, aunque también estarán presentes otro tipo de actividades, como acrobacias y espectáculos de humor. Los actos darán comienzo a las 23.00 horas durante los meses de julio y agosto; durante el mes de septiembre, darán comienzo una hora antes, a las 22.00 horas.
Le llaman cultura a la diversión y el entretenimiento, pero eso en los tiempos que corren donde hay tanta necesidad no es lo que necesitamos para salvar el pellejo; como todo espectáculo que lo pague el que lo quiera ver. Los impuestos deben cubrir otras clase de servicios más necesarios, pues revientan las tuberías de las calles continuamente, no se limpian las riberas del río, pagamos demasiados tributos quienes tratamos de salvar nuestro trabajo con el que hemos creado puestos de trabajo, como para que vengan payasos, títeres, músicos y cualquier otro personaje a hacer su agosto también en julio y septiembre. Después no hay dios que les pague una entrada por verlos en local cerrado en invierno, y es lógico porque si el concello, o diputa, o xunta nos obsequia con el gratis total ¿para qué pagar y sostener otro invento?. Me aburre volver siempre sobre lo mismo, amén de además reivindicar que no pueden discriminar tantísimo a otras zonas de la misma ciudad que sufren olvido y desleal competencia auspiciada desde su propio Ayuntamiento. Después, por ejemplo en Cardenal Quevedo con motivo del Día del Libro, va uno a pedir que se cierre durante quince minutos el tráfico para hacer un acto – de exaltación del libro – en la calle con un colegio y no te conceden permiso porque el informe de la policía local lo desaconseja, y eso que el tráfico que pasa por este tramo de la calle es mínimo. Ver para creer y ver como se atasca el tráfico no por causa del libro sino por recurrido reventón de tuberí