Oh, no es domingo, aunque lo parezca, ni tampoco es que sean las 04:00h de la madrugada. Que va. Son las seis y media de la tarde. Hora punta para una ciudad que late en todo su cuerpo urbano. Pero, quizás, hora puta para la mía, que se olvida de que el cuerpo es todo uno, y que la sangre tiene que bombear hasta el dedo meñique del pie para aguantar a la muerte. Puta hora en que el corazón de Ourense solo da vida al casco histórico y el centro que reconoce como Paseo, Santo Domingo o Parque San Lázaro. Hacía allí no solo la sangre del ayuntamiento sino el oxigeno pulmonar cuya falta ahoga a los demás miembros que, eso sí, cuando hay que remar son llamados al esfuerzo y a pagar, y pagar, y pagar. Mi ciudad es un caos de injusticia cívica, donde los responsables de organizar la sobrevivencia económica de sus vecinos vacían unas zonas para llenar otras de falsa alegría, comprada con espectáculos gratuitos para el pez que pica el anzuelo a pesar de que vaya a la nasa colectiva de mayor miseria y paro. Si no existimos porque nos dan la espalda absolutamente desde el Concello al impulsar las zonas que quieren ellos con todo tipo de atracciones para el ciudadano, nada reflexivo por cierto, pues que paguen ellos ¡hostia! los impuestos que sostienen la estructura social. Mi calle estaba desierta y el sol …, lo ocultó la pantalla y los pantallas de mi ciudad.
- Sección: Noticias, Varios
- Publicado el 28 junio 2016
- Por Moncho
Mi calle
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir