¡Ourense independencia! U Ourense anexión a los EEUU de América, como 51 Estado. ¿Por qué vamos a desaprovechar esta ocasión? Es un hito histórico. Nunca en mi vida había visto algún americano por la provincia. Bueno, miento, cuando mi padre hacía congresos internacionales de traumatología, la verdad es que venían invitados por él, a costa de su dinero muchas veces y con la ayuda de laboratorios farmacéuticos a quienes nunca se le ocurría pedir un viaje particular como harían tantos otros colegas pero sí apoyo a las jornadas científicas, digo que venían invitados de todo el mundo y en el mundo está América por los que algún profesor norteamericano vino a Ourense en aquellas épocas. Pero casi nadie más hasta ahora en que Baltar se empeñó en hacer la guerra por su cuenta. ES lógico, somos la última o penúltima provincia española en ratios positivos socio económicos, y ya se cansó nuestro presidente de esperar la gestión de las Administraciones superiores a las que compete cualquier iniciativa internacional y política. La Xunta lo que tenía que hacer era nombrarlo conselleiro para Relaciones Internacionales y traer riqueza al conjunto de Galicia; o, aún mejor, Ministro de Economía y exterior del gobierno español para hacerlo con España; o aún más, llevarlo al gobierno europeo para que Europa tenga futuro de bienestar.
Lo único que no entiendo que se le haya pasado a esta mente pensante superior es como dejó pasar la ocasión de implicar a una de estas ‘enormes’ empresas americanas que vienen a salvarnos de ese último lugar en el que estamos en la salvación del COB en la ACB, pues para cualquier empresa de tamaño gigantesco y con ganas de invertir en España fíjense pasearse por las canchas españolas con la camiseta de su marca. ¿Marca, marca, marca, lo importante es la marca, como vende Baltar, y si es tan importante cómo aún no lo saben los que vienen a comprar marca? A ver si están confundiendo el concepto con el periódico predilecto de Mariano que lo asocia a un país libre (mucha memoria para opositar y poca para recordar que el Marca se leía ya en la dictadura franquista). En fin, mi no comprender nada, pero que sea todo para bien, porque para mal vamos a toda mecha, créanme.