Es un desastre cuando faltamos los jefes, claro. Nos dio por ir de puente, o sea, de descansar un día laboral, después de casi tres años abiertos sin tomar un día que no fueran los cerrados del establecimiento, para hacer este puente que propicia la celebración de Las Letras Galegas, cual si la a, o la z, o la b, o cualquiera otra del alfabeto nuestro, fuera distinta en uno u otro lugar. Sin duda, lo que hace ser festivo este día es que la gente que aún puede se vaya de viaje, con sus niños incluidos, a disfrutar del cambio o simplemente a descansar del lugar donde habitamos. Porque cansa demasiado el mucho simular que se quiere al vecino que pone la música alta a las tres de la madrugada o al cliente antipático, cuando a uno u otro le haríamos la puñeta si al día siguiente no lo viéramos. La mejor forma de no festejar como es debido una fecha de éstas es dar libre a todo quisque, porque los colegios con todos sus escolares dejarán de celebrar el Día en su día, que es lo suyo para que se les quede el recuerdo, y los demás para salir de copas en víspera o en bicicleta de montaña el día de leer. Además, si no lee ni dios, ni siquiera en español, y digo ni siquiera en español porque las estadísticas están ahí y libros en gallego está ya a un nivel más que inferior que el otro.
Bueno, a lo que iba era a contar que sí, nos fuimos de puente Paloma y yo, y como somos tan buenos y responsables hosteleros, dejamos al frente a estas dos buenas chicas que son Ester y Mayte. La verdad es que los clientes merecen la pena de tener que pagar más de gastos que tener ingresos, pero hay que ser serios y dar el café a estos incondicionales que nos visitan a diario. Claro que no esperábamos ésto, la prueba de un comportamiento irresponsable que un chivato nos pasó por washap; elcercano no es menos que Roma y por ello no va a pagar al traidor que les saca una foto a las dos susodichas mientras una dormía sobre la barra y la otra, también sobre la barra, bebía una cerveza que sin duda, además, no pagaría. Así el café es una ruina. Pero bueno, como estamos en plena vorágine de hacer fiesta dadaísta lo tomaremos así como si fueran vísperas y mejor tener calma, telmo, o lo que sea, antes de quedarnos en Pontevedra para siempre por no ver esta decadencia del personal que debiera defender el negocio como si nos fuera la vida en ello. En fin, esperemos que haya sido un lapsus de primera vez, aunque haya que tener más cuidados, sobre todo porque mis informantes me dijeron que hoy estuvo visitando el café la Dama Ourensana de Alta Cuna y nada de cama, y ¿que pensaría la divina?…
1 comentario en “Este café es un desastre”
Bochornoso. Delirante. Y eso que ya se habían vestido después del estriptis. Tuve que irme avergonzado. A La Central, claro, donde todo es decencia. Jamás, ni cuando trabajé de proxeneta, había asistido a un espectáculo de ese calibre orgiástico. Por cierto, señor Corbal, ¿por qué no pilla una semanita de vacaciones?