Esta y la siguiente fotografía fueron tomadas ayer cuando volvía a casa más temprano que de costumbre. Eran las 21:30h. La calle estaba desierta. Ya no sé si es que somos tanto Europa, tan penetrados estamos ya de sus costumbres y forma de vida, retirándose temprano al hogar para cenar y volver al día siguiente al gris vital, o que si el desierto demográfico real nos está dando bien por detrás mientras los responsables políticos fundamentalmente de que esto ocurra nos entretienen con sus fórmulas manidas de entretenernos con semanas ICC o Vueltas a España o Alejandro Sanz o Molinera o Miteu o Festival de cine o Capital Termal o Estaciones de tren comarcal o conciertos de Lesbian o talleres, cursos, emprendimiento, creatividad y un sinfín de mantras que les han enseñado en alguna capital, o viajes a USA o Usar los de USA a provincia para ganar o …
La única realidad es el dato constatable que hoy sale destacado en el periódico que, por otro lado, hace bien su propaganda y publicidad pues si por ventas de ejemplares al público que confiesa que en la juventud solo lee el papel un 8%, el dato, que decíamos, es que cerca de 10.000 jóvenes volaron de la provincia en los últimos diez años. Mil por año no está nada mal para envejecer todavía más Ourense. Si a los jóvenes que se van sumamos los mayores que pasan a ser jubilados por razón de edad, tenemos que ni así el paro baja, lo que es tremendo y asusta a cualquiera que vive en Ourense.
El otro día le dije al señor Jesús Vázquez que, por favor, no se dediquen desde la Administración a hacer la competencia a la empresa privada, porque cuando se quieran dar cuenta ésta cierra y paga impuesto la madre del cordero. Otras medidas son necesarias y que parece se le ocurren antes a alcaldes de pueblo que a los modernos de la capital. Bolsa económica para sufragar cotización de seguridad social con el fin de fijar población, amén de bolsa de personal del paro que pueda colaborar a cubrir bajas laborales eventuales de trabajadores en empresas pequeñas, donde una baja se siente y padece como una ruina para la empresa. Claro que lo hay que articular, pero para eso se les vota no para que nos entretengan y den ocio que con un simple libro o buena conversación y escuchando música se cubre maravillosamente.
En fin, la calle mojada no de gusto sino de llanto por el panorama.