Se van del espacio que resultó único y singular. Este sí que puso a Ourense en el mundo, sin alharacas ni fantasmas sino por las narices de un cura como el Padre Silva, que tendría muchos conflictos y demás asuntos polémicos sobre todo para una burguesía temerosa por aquello que es disruptivo y pone patas arriba la injusticia del sistema donde se acomoda el personal de mala manera. Se van sin que ninguna institución que por otro lado gastan en gilipolleces la pasta de todos tuviera la mínima sensibilidad e inteligencia de hacer de esa ciudad un museo de lo que puede hacer la voluntad humana. La ciudad de los muchachos se va por la puerta de atrás, subastada y posiblemente adquirida como garaje para una empresa de transportes, matando para siempre el documento físico de lo que fue y supuso para Ourense. Con su circo paseaba por el mundo y donde nadie conocía Ourense comenzaba a sonar este nombre, eso sí sin la ‘u’ obsesiva de los políticos de esta época moderna. Donde podían hacer agricultura biológica, campamentos de verano, instrucción de ocio, y un sinfín de cosas, con poco dinero invertido, el olvido, olvido, y más olvido pero además sin enseñar las tetas o e pito. Viva la Molinera donde están pensando qué hacer con ella pues no tienen ni puta idea, tipo Gaiás, porque a alguien se le ocurrió en su día gastar dos millones de euros en edificio y otro en equipamientos ya casi obsoletos. Pues nada, a pedalear sea dicho y hecho, con Pericos pagados para vender bicicletas y el humo de que la vuelta nos va a sacar por fin de pobre; tal como si no tuviéramos ya percebes en los colines. Qué paciencia se necesita, Dios mío.
- Sección: Noticias, Varios
- Publicado el 1 abril 2016
- Por Moncho
Bemposta o Malaaposta
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4 comentarios en “Bemposta o Malaaposta”
Asi que solo ese puso a Ourense en el mundo..
Seguro..seguro.? ..solo ..ese.?
Seguro que no, que él sólo no, pero sí más que muchos otros que dicen ponerlo, que dicen y dicen pero no.
Bueno Moncho, pues si tu lo dices.. en fin esto era para hablarlo despacio
El primero que quiso vender esos terrenos para llenarse los bolsillos fué el padre Silva. Tuvo la mala suerte de que hubo gente que demostró que bemposta no era su cortijo ni de su propiedad aunque a algún incauto ya le había endosado parte sin tener derecho a hacerlo. ¿Y ahora los que se pusieron del lado del cura cuando quiso en su codicia finiquitar 50 años de historia son los que abogan por mantener su legado? No me hagáis reír, por favor. Disuélvanse y búsquense un trabajo que buena falta les hace.