La foto de agencias es bonita. Rafael Cachaldora y Daniel Minimalia en el Ateneo participando de la pantomima de la cultura ourensana. Es un poco fastidiado tener que ser pepito grillo de esta historia para nunca acabar pero como en Ourense ya sabemos que pocos se atreven a contradecir al rey desnudo y todo lo que el concepto representa, pues allá que va uno cuesta abajo y sin frenos. Pero la conciencia es la conciencia aunque sea a veces incómoda compañera. Y es que está uno harto de esta publicidad y propaganda que de continuo se hace por parte del sistema (sí, en Ourense hay un sistema, como en el resto de España, de clientelismo y complicidad entre los que quieren manejar con el bolsillo colectivo, y lo que entran como moscas cómplices en panal de rica miel para retroalimentar su argumento, pues los auténticos ni los conocemos, bien porque se van de la tierra malheridos de autoestima, bien porque están apartados por el anonimato cual si fueran lepra); decía que estaba harto de esta propaganda de un centro como el Ateneo donde superan escasamente los cien socios, siempre sostenido por el Poder dinero, con lacrimosas subvenciones y no pagar local por la jeta. Y siguen, porque creen que es algo que debe ser inmortal aunque haya necesidades mayores como la de algunos para comer simple pan. Pero van los responsables políticos y otros adyacentes también a colaborar, con el dinero de todos porque con el suyo ni p’a dios. Que Jesús Vázquez, por ejemplo, o sea el alcalde, con su sueldo millonario se haga socio de una puñetera vez del ateneo y les pida hacerse socios a todos los concejales , asesores, secretarias y demás, o que también sea Baltar o cualquier otro que suelta la pasta de todos, para que a título privado y por conciencia propia salven al Ateneo. ahí no habría queja. Pero mantener algo que no lo quiere mantener nadie con su aportación monetaria, que no es tanta, pues va a ser que no, que no es de recibo para los que pagamos continuos recibos para hacer lo mismo o mejor. Porque hay que decirlo alto y fuerte para que se entienda de una puta vez: ‘nosotros no queremos subvenciones por responsabilidad social’, no porque seamos imbéciles y rechacemos la pasta necesaria para poder seguir haciendo lo que hacemos. Y lo que no queremos para nosotros huelga decir que no lo queremos para otros. Cuesta mucho sobrevivir en este mundo económico actual donde además las administraciones hacen edificios como La Molinera y los usan para hacer la competencia a la propia actividad privada económica, si no díganme que es esto de regalar cursos y talleres a todo quisque. Las subvenciones es uno de los males mayores que tenemos en España, y además fuente de corrupción de cojones. Y ya está bien. Por cierto, a estos chicos, que los enamoran con la leyenda del pasado ateneísta, que despierten y vean precisamente que por culpa de esas subvenciones dadas a unos u otros que deciden los del gran poder a veces son ellos mismos, los no subvencionados y con mucho más talento, los que sufren esa vil competencia y son perjudicados. En fin, siempre con lo mismo aburre.
- Sección: Noticias, Varios
- Publicado el 29 marzo 2016
- Por Moncho
Ay Ourense, ateneo, bienvenido mister Marshal y demas cuitas.
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir