El cómico italiano que un día fundó el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y declaró que la ‘verdadera revolución era ser honestos’ (qué atinado, desde luego), ha anunciado que deja el liderazgo del partido para “recobrar la libertad” porque “la política es una enfermedad mental”.
La verdad es que no parece estar enfermo de todo el hombre pues no son demasiados los años que le ha dedicado a la política activa que desde hace un año la había ido marginando de su vida. Dice que no la deja de todo pero sí da un paso al lado: “Estoy tranquilo porque tengo ganas de reconquistar mi libertad”.
La aparición de Grillo y del M5S en el panorama político italiano significó una revolución en Italia pues con un blog y una caravana recorriendo el país para denunciar la política vigente entonces y los abusos de ésta lanzó un movimiento parecido al que años más tarde siguieron los Indignados españoles, consiguiendo en 2013 convertirse en la segunda fuerza política de Italia, lo que provocó en los partidos tradicionales que tuvieran que replantear su política para atender el clamor de la calle que no habían escuchado hasta entonces.
Pero como todo participante de movimiento revolucionario o reaccionario es humano y por tanto débil diferencias de criterio para asumir coherencia en sueldos y demás privilegios hizo que este fuerza viviera deserciones en parlamentarios y demás cargos que -nos imaginamos- van minando la ilusión de algún que otro, como habrá podido ser la del Pepito Grillo italiano. Vuelve a los escenarios para “sanar el delirio de masa, una gran psicoterapia de grupo”.