Un joven de 17 tacos y haciéndose pasar por un fan del presi para hacerse un selfi se coloca al lado del presidente y cuando este está a lo que está un político en campaña, pendiente de la foto y de captar simpatías del pueblo, va y le suelta un puñetazo que le hace saltar las gafas amén de marcarle la cara notablemente.
El individuo agresor, y según cuentan desde la prensa pontevedresa radical del Pontevedra, además de violento tiene la desvergüenza de ir de chulito con la sonrisa en la boca mientras va detenido. A esta gentuza que se inicia en el diálogo a base de hostias hay que marcarla fino y no dejarse de contemplaciones pues lo que hoy fue una hostia mañana puede ser peor. ¡Que pena encontrar a gente como ésta!
Por cierto, la Marea dice que no, que no es de ellos pero otros dicen que sí está muy influenciado por la política, y nos imaginamos que no precisamente por la del partido popular.