Sara Diego (Agencias; publicado en EL CONFIDENCIAL)
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha anunciado este viernes que el Ayuntamiento está “intentando poner en marcha un servicio social de trabajo universitario” para que los jóvenes “ayuden a barrer” la ciudad. “Queremos que haya personas que durante un determinado tiempo ayuden a barrer Madrid”, ha declarado en la inauguración de la XIII jornada de medioambiente y desarrollo sostenible en el periodismo local, organizadas por Madrid Diario.
“Algo de esto queremos hacer para sensibilizar a la sociedad, paras sensibilizar sobre todo a las personas jóvenes de que la ética de la limpieza es un elemento de sostenibilidad de nuestra sociedad y es indicativo del comportamiento ético necesario para con los demás, que los demás no tengan que recoger la suciedad que yo genero”, ha concluido.
Maestre: “No es un plan que esté en desarrollo”
Ante el revuelo generado, sobre todo en las redes sociales, después de las declaraciones de Carmena, la portavoz del Ayuntamiento, Rita Maestre, ha explicado en Al Rojo Vivo de La Sexta que la idea de Carmena “no es un plan que esté en desarrollo” sino una propuesta sobre la que la alcaldesa “está reflexionando en voz alta”.
“Tenemos una política comunicativa muy diferente”, ha asegurado Maestre, que cree que las palabras de Manuela Carmena deben de tenerse en cuenta dentro del contexto en el que han sido pronunciadas y no como una medida tomadaya en cuenta por el grupo municipal. “Es una alcaldesa franca que comparte sus preocupaciones con los ciudadanos”, ha dicho.
Maestre también ha justificado a la alcaldesa afirman que el Ayuntamiento está vertebrando la limpieza de Madrid “sobre dos patas”. La primera basada en resolver los problemas con la empresa concesionaria y la segunda con una campaña de concienciación. “Se trata de meter a la ciudadanía en esto”, ha dicho.
Universitarios dicen que “no”: lo ven “un castigo”
La propuesta de Carmena no ha gustado a los universitarios. La Federación de Estudiantes Progresistas de España (FAEST) se ha opuesto de manera “tajante” a las declaraciones de la alcadesa y la acusan de imponerles un “castigo” para solucionar la “nefasta” gestión de la limpieza de la capital. Además, han señalado que se trata de una mera “improvisación” más que una solución.
El presidente de esta organización ha asegurado que la sensibilización medioambiental “no puede convertirse en obligar a que los estudiantes se pongan a barrer en las calles en forma de castigo” y advierten de que “terminarán haciéndolo los que más lo necesitan” siempre y cuando sea remunerado, algo que no ha aclarado aún la alcaldesa de la capital.
Aguirre pide explicaciones al respecto
La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, ha pedido a la alcaldesa que explique su propuesta de que los universitarios ayuden a barrer las calles, pero sobre todo le ha exigido que argumente cómo va a lograr que las calles de la ciudad luzcan más limpias. Tras reunirse con los responsables de la Escuela de Tauromaquia de Madrid, Aguirre ha respondido así al ser preguntada por las palabras de Carmena.
La portavoz popular ha subrayado, con todo, que lo que debería explicar la alcaldesa es “cómo va a conseguir que la limpieza de Madrid mejore”. “Dice que ha conseguido que las empresas de limpieza pongan 500 trabajadores más sin que le cueste al Ayuntamiento, ojalá sea cierto, pero no me creo que se puedan pagar 500 salarios sin coste”, ha incidido.
La limpieza de colegios, a cargo de los padres
Después de esta propuesta, han sido muchos los que han recordado la iniciativa que planteó Carmena después de ser nombrada alcaldesa de Madrid. La regidora empezó a analizar la situación de los contratos integrales del Ayuntamiento el pasado mes de junio y, en cuanto a limpieza se refería, no descartó que fueran cooperativas de padres y madres los que realizaran las tareas de higienización en colegios e institutos.
5 comentarios en “El tema de hoy: ‘Carmena propone que los universitarios ayuden a barrer Madrid y ellos se niegan’”
Los universitarios que estudien, y si no que se diviertan. Ya está bien de querer interferir en sus vidas, bien queriéndolos entretener con distintos talleres, espectáculos, actos y demás actividades que nada tienen que ver con la carrera que eligen y que no los deja libres para buscarse ellos mismos su camino, bien ahora queriendo concienciarlos con las basuras ciudadanas de las que deben ocuparse trabajadores a sueldo con el que ganarse el sustento. Carmeladas, diría yo.
¡Ay, si yo tuviera una escoba, cuántas cosas barrería!
Esta señora es un caso ejemplar de lo que un escritor polaco-argentino llamó, la “cursilería trascendental”. Galletas ofrecidas a sus conocidos elaboradas por ella en una cocina digna del programa del Chicote, servilletas turísticas para los bares con recuerdos de Madrid, ceniceros con un “lema que no os los digo pero ya veréis, madres limpiadoras de los colegios, estudiantes barrenderos… concejales procesados por antisemitas y burlarse de las víctimas o por asaltar iglesias… No sé como habrá sido su ejercicio judicial pero Madrid tiene tres millones de habitantes, más del doble que Estonia, y no está para caralladas. Este país nuestro es muy raro…
No son más que ocurrencias, propias de las conversaciones que todos alguna vez mantenemos en los bares. Pasa que, hoy en día, las ocurrencias se venden como política.
Lo que no puede ser hoy día, con tanta necesidad que obliga a buscar políticas que nos traigan menor malestar, es que nadie gobierne ningún pueblo de España y menos la ciudad mayor con ocurrencias de bar. No quisiera pensar, además, de que la ocurrencia surgiera con dos copas de más porque no creo que la señora Carmena beba más de la cuenta, pero un poco de seriedad en las medidas a adoptar no vendría mal. Otra medida que favorece únicamente a los del centro de la capital y perjudica a los más modestos ciudadanos madrileños que viven en la periferia es el corte de tráfico en el centro, pues ahora ya no pueden acercarse hasta allí como hacían antes a no ser que se armen de paciencia para recorrer las distancias en el transporte público que, precisamente por ser domingo, es más precario que el resto de la semana. Que piensen y dialoguen algo más y después que actúen porque a lo que parece en este tiempo que llevan es que no tienen ni idea.