Ayer conmemoraron las ‘autoridades’ el 50 cumpleaños del polígono. Polígono era como se le llamaba al polígono San Ciprián de Viñas, polígono ourensano que fue motor económico de nuestra provincia. Arbolitos para el parque empresarial en honor a cada uno de los años que ha sobrevivido, pese a las fases complicadas con la retirada de Citroën, entre otras. Cie Galfor (antigua Barreiros), Orember y Muebles Calvo, fueron las primeras empresas que se implantaron allí, pero después muchas otras, algunas que siguen y otras que pasaron a mejor vida, aunque el entierro fue duro. No puedo olvidar O’rens, por ejemplo, porque casi arruina a mi buen padre; una fábrica con voluntad primera de dar empleo a minusválidos de la época, no estaba regulada ninguna ayuda ni leches de estilo político propagandístico, con vocación de hacer empresa orensana y sociedad mejor. Pues bien, la contratación de un gerente ‘cafre’ con su gestión casi acaba con la fábrica arruinando a algunos de los socios que se habían metido más por romanticismo que por ambición económica, pues no en vano la cantidad invertida en dichas acciones era la mínima; pero a la buena gente, honrada, confiada, hay quien se la mete doblada, como fue el caso de mi padre al que nombran por su condición y prestigio social presidente del consejo de Administración, donde firma los papeles, hasta en casa lo vi yo, le pasan otros consejeros más al tanto como Ángel Carreño. Intereses de préstamos a más del 20 por ciento, casi acaban con la economía de este buen profesional que al final saldó vendiendo la finca que es hoy Colegio Guillelme Brown. Y menos mal que quedaba Florencio Álvarez que se quedó con el muerto porque de lo contrario la cosa aún pudo ser peor. La nave es la actual de Adolfo Domínguez en la calle 4 del polígono.
O sea que no todo es tan idílico para todos como lo pintan los que nunca pintan nada a la hora de arriesgar para crear riqueza a su alrededor, y no me refiero tanto a los representantes empresariales sino a los políticos de turno que descubren paneles, placas y cualquier cosa que se les pone por delante. Son los vividores a costa del resto.